lunes, 29 de noviembre de 2010

La clave del éxito


La enseñanza universal, obligatoria, gratuita y laica arriba a nuestro país de la mano del padre del aula: Domingo Faustino Sarmiento.en aquel momento, había que combatir a los bárbaros, a los futuros Facundos que se reproducían por todo el territorio y estaban poblando el país, atrasando el progreso de la Nación. Para ello el objetivo era igualar a los educandos, formarlos bajo las mismas ideas, enseñarles a todos lo mismo para que no haya más vagos. Así nació la educación en Argentina: ¡Gloria y loor para Sarmiento el inmortal!

La historia sigue y nosotros la conocemos bien: conquista del desierto, el granero del mundo, revoluciones, golpes militares: el folklore nacional ¡cómo no lo vamos a conocer si esto nos lo enseñaron en la escuela!

Pero, ¿qué es lo que nos transmiten durante la etapa escolar?

Hago un recorrido mental por los años de la primaria, pero parece que la memoria me falla. Entonces, decido recurrir a algunas fotos que me den alguna pista, indicio, para que haga click mi cabeza y me broten los recuerdos. Tampoco; sin embargo encuentro, una singularidad entre mis compañeros y yo: la foto es de uno de los actos de fin de año y lo recurrente, es la excentricidad de los disfraces que llevamos puestos. Brillosos y seguramente muy costosos (tanto en dinero como en trabajo), parece que estamos todos cortados por la misma tijera. Claro, allá, por la década del 90, mientras algunos se dan el lujo de viajar por el mundo, despilfarrando un lujo de lo más vulgar, otros se quedan sin trabajo, a la deriva, esperando una ayuda del cielo que nunca va a llegar.

Años más tarde, al explotar la burbuja neoliberal, todos caemos en la realidad. Nuevos actores sociales aparecen para poblar las calles de Argentina: los piqueteros y el flagelo de los cartoneros, nuevamente brota la muchedumbre. Las escuelas empiezan a vaciarse y las esquinas se llenan de niños trabajando, que deben estar estudiando.

La incertidumbre golpea la puerta de las casas de muchos argentinos y todos se preguntan qué va a pasar. TODOS se lo preguntan; desde las clases altas, pasando por las pisoteadas clases medias que le tocaron sus ahorros y están más desesperados que nunca. Los pobres y los que cayeron en la indigencia, no tienen ni siquiera el tiempo para formularse esta pregunta.

¿Qué será de los chicos de mi edad que crecieron en la calle, aturdidos por la situación del país? ¿Son ellos los que roban, matan, se drogan y escuchan cumbia como nos muestra la televisión todos los días?

Mientras tanto, la escuela funciona como organismo de contención, para todos los que todavía seguimos por el “buen camino”. Al menos las escuelas católicas (como la mía) actúan de esta forma, te contienen tanto pero tanto que te aíslan un poco del mundo. Es en estos momentos, más que nunca, donde hay que creer en Dios y rezar por todos los pobres, desnutridos, desocupados; sólo rezar.

De hecho, la finalidad de las clases, sobre todo las de catequesis, es enseñarnos cuales son las vías del sendero correcto para no caer en las trampas del demonio, que siempre, el muy maldito, está esperándonos con las puertas abiertas del infierno, para alejarnos del camino de la bondad. Entonces, ¿Qué es lo correcto? Para todos los que hacen las cosas bien, estudian y no caen en el pecado, los espera un futuro grandioso. Para los que las hacen mal, no les queda otra opción que una vida equivocada, con hijos no deseados, a la deriva y esas cosas que le pasan a la gente que no es como nosotros.

¿Cómo evitamos que los corderitos no se conviertan en lobos? Para eso, qué mejor que una buena instrucción sobre educación sexual y qué mejor ejemplo que LA Iglesia para hablarnos de ello. Cuando la sociedad está en crisis y las calles son un hervidero, lo importante es hacerle frente a las debilidades que trae aparejadas la vida en la ciudad y el contacto con otras personas diferentes a uno. Sobre todo si son muy distintas. Por lo tanto, lo primero que hay que combatir es la ignorancia y el exceso de libertad. ¿De qué manera? Educando a los jóvenes.

“El libertinaje que se ha apoderado de este mundo, a causado y causa el mayor números de victimas entre la juventud.

Es muy común oír decir a los jóvenes que ya mantienen relaciones sexuales regularmente, pero se cuidan... y cuando dicen se cuidan, significa que utilizan anticonceptivos. La píldora, es uno de los muchos anticonceptivos inventados por los científicos, para impedir la ovulación de la mujer, y por lo tanto la concepción de un hijo. […]

Lo mejor, es que las parejas de novios, se abstengan, mientras no puedan asumir las responsabilidades de traer consigo el matrimonio”

Claramente la pobreza es un flagelo. Pero no el único, hay otros peores como la homosexualidad. Este tipo de gente piensa que lo que hacen está bien, pero no entienden la verdadera razón del amor. Ellos no se encuentran en condiciones de sentir amor por el otro, pues tienen el alma enferma y para eso hay un único remedio: nuevamente, la buena educación, esa que no siempre enseñan en las casas.

“Hombres que viven con hombres, mujeres que conviven con mujeres como si estuvieran casadas entre ellas.. Se las considera personas abiertas.. Un estilo de vida.. Cuando en realidad son personas enfermas que equivocan sus vidas […] para la Iglesia, el acto sexual entre dos personas del mismo sexo nunca es válido y nunca estará bien, bajo ninguna circunstancia. Son actos que contrarían a la naturaleza, y que, aunque sean muchos los que actúan así, no da lugar a aprobar sus conductas, al contrario, debería ser corregido.

Si alguna vez, alguien de tu mismo sexo te propone una relación íntima, con firmeza, valentía y madurez, sin perder la serenidad, decí que no. Esto es lo que espera Dios de vos”

Entonces, ¿estamos en condiciones de afirmar que la campaña contra la ignorancia, iniciada el siglo anterior, ha tenido éxito? Los grandes abogados y médicos recibieron en su infancia una excelente educación. Son los que construyen día a día La Nación junto a los arquitectos, ingenieros y en menor medida los maestros.

Seguramente, quienes no fueron a la escuela, son los trapitos, cuidacoches, los que piden limosna; generalmente este tipo de gente escucha cumbia y se visten con ropa deportiva. No se los puede combatir, pero siempre es bueno saber quienes son, identificarlos en la calle, para evitar malos tragos en nuestro andar por la ciudad.

Me surgen algunas preguntas, ¿Tan importante es recibir una “buena educación”? ¿O lo que necesitamos es una buena clase sobre tolerancia y respeto?

Tal vez, si nos formaran como seres libre-pensantes, en lugar de encasillarnos y establecernos parámetros de actitudes buenas y malas, nos estarían dando la herramienta principal para construir un futuro en el que participemos todos.

¿Será esta la fórmula eficaz? ¿Cuál es la clave del éxito?

sábado, 27 de noviembre de 2010

La clave del éxito (ensayo 3º versión)

La enseñanza universal, obligatoria, gratuita y laica arribo a nuestro país de la mano del padre del aula: Domingo Faustino Sarmiento. Había que combatir a los bárbaros, a los futuros Facundos que se reproducían por todo el territorio y estaban poblando el país, atrasando el progreso de la Nación. Para ello el objetivo era igualar a los educandos, formarlos bajo las mismas ideas, enseñarles a todos lo mismo para que no haya más vagos. Así nació la educación en Argentina: ¡Gloria y loor para Sarmiento el inmortal!

La historia sigue y nosotros la conocemos bien: conquista del desierto, el granero del mundo, revoluciones, golpes militares: el folklore nacional ¡cómo no lo vamos a conocer si esto nos lo enseñaron en la escuela!

Pero, ¿qué es lo que nos transmitieron durante la etapa escolar?

Hago un recorrido mental por la primaria y uno de los recuerdos que insisten en mi cabeza es el de los actos de fin de año. Eran excéntricos, desde la escenografía hasta los disfraces que llevábamos, parecía que todos estábamos cortados por la misma tijera. Allá, por la década del 90, mientras algunos viajaban por el mundo regido bajo las reglas del mercado, vistiendo las mejores ropas y despilfarrando un lujo de lo más vulgar, otros se quedaban sin trabajo, a la deriva, esperando una ayuda del cielo que nunca iba a llegar.

Cuando la burbuja neoliberal explotó, todos caímos en la realidad. Nuevos actores sociales aparecieron para poblar las calles de Argentina: los piqueteros y el flagelo de los cartoneros, nuevamente había brotado la muchedumbre. Las escuelas empezaron a vaciarse y las esquinas se llenaron de niños trabajando, que deberían estar estudiando.

La adolescencia la pase rodeada de incertidumbre en el país, en mi casa, en la escuela. Me pregunto qué habrá sido de la vida de los chicos que tienen mi edad y no tuvieron las mismas oportunidades que yo. ¿Estarían drogándose, robando, perdidos en la vida, como mostraba la televisión?

Mientras tanto la escuela servía como órgano de contención para los que todavía seguíamos por el “buen camino”. Las clases tenían como finalidad que no nos desviemos del sendero correcto; entonces debían enseñarnos lo que significaba eso: para los que hacían las cosas bien, los esperaría un futuro grandioso. Para los que las hacían mal, no les quedaría otra opción que la calle, drogas, hijos no deseados y esas cosas que le pasaban al resto de la gente que no era como nosotros.

Entonces, qué mejor que una buena instrucción sobre educación sexual a estos mocosos impertinentes. Y qué mejor ejemplo que LA Iglesia para hablarnos de ello. Así es que esta institución esgrimió sus mejores argumentos, los plasmó en un papel y luego ofreció una buena clase que puso nostalgiosa a más de un catequista que recordó viejas épocas. Por empezar, había que combatir a los homosexuales antes que al hambre, pues estos eran el verdadero flagelo del país.

“Hombres que viven con hombres, mujeres que conviven con mujeres como si estuvieran casadas entre ellas.. Se las considera personas abiertas.. Un estilo de vida.. Cuando en realidad son personas enfermas que equivocan sus vidas […] para la Iglesia, el acto sexual entre dos personas del mismo sexo nunca es válido y nunca estará bien, bajo ninguna circunstancia. Son actos que contrarían a la naturaleza, y que, aunque sean muchos los que actúan así, no da lugar a aprobar sus conductas, al contrario, debería ser corregido.

Si alguna vez, alguien de tu mismo sexo te propone una relación íntima, con firmeza, valentía y madurez, sin perder la serenidad, decí que no. Esto es lo que espera Dios de vos”

Otro gran problema que trajo aparejado consigo la pobreza, fue la cantidad de chicos que nacieron por familia y que al multiplicarse cada vez más, significaba un problema enorme para la demografía del territorio. Además por su condición de pobres, no los esperaría un futuro digno. Por ello los educadores, ingeniaron una excelente metodología de persuasión a los jóvenes que estaban a tiempo de salvarse, muy utilizada a principios de siglo y que tuvo éxito en el mundo entero; sobre todo en continentes poblados de ignorantes como África y América Latina.

“El libertinaje que se ha apoderado de este mundo, a causado y causa el mayor números de victimas entre la juventud.

Es muy común oír decir a los jóvenes que ya mantienen relaciones sexuales regularmente, pero se cuidan... y cuando dicen se cuidan, significa que utilizan anticonceptivos. La píldora, es uno de los muchos anticonceptivos inventados por los científicos, para impedir la ovulación de la mujer, y por lo tanto la concepción de un hijo. […]

Lo mejor, es que las parejas de novios, se abstengan, mientras no puedan asumir las responsabilidades de traer consigo el matrimonio”

Entonces, ¿estamos en condiciones de afirmar que la campaña contra la ignorancia, iniciada el siglo anterior, ha tenido éxito? Los grandes abogados y médicos recibieron en su infancia una excelente educación. Son los que construyeron día a día La Nación, junto a los ingenieros, arquitectos y en menor medida los docentes.

Seguramente los chicos que no fueron a la escuela están a la deriva, drogándose, o incursionando en la delincuencia. Los podemos ver constantemente en la televisión, son los culpables del atraso. En estos tiempos es necesaria una figura tan valiente como la de nuestro prócer, Julio Argentino Roca para que podamos progresar.

¿Tan importante es recibir una “buena educación”? ¿O lo que necesitamos es una buena clase sobre tolerancia y respeto?

Si nos formaran como seres libre-pensantes, en lugar de encasillarnos y establecernos parámetros de actitudes buenas y malas, nos estarían dando la herramienta principal para construir un futuro en el que participemos todos.

¿Será esta la fórmula eficaz? ¿Cuál es la clave del éxito?

martes, 23 de noviembre de 2010

Los dueños del fuego: primera versión

Con el nacimiento de la teoría funcionalista, a principios del siglo pasado, se introduce un nuevo método a la antropología: la observación participante. Ahora para hablar del otro, el científico debe establecer contacto directo con los nativos, pero debe estar regido por la objetividad del entrevistador. De esta forma se busca aniquilar el etnocentrismo que rige en los clásicos, ya que esta nueva teoría niega la existencia de culturas superiores e inferiores y plantea que éstas son diversas entre si, esto es llamado relativismo cultural.

El cuento “los dueños del fuego” responde claramente a este supuesto ya que Marcelino es el diferente, el otro, el lejano, el indio toba, al cual la Doctora Dusselorff interpela bajo una estricta objetividad que cualquier acotación intransigente (ante los ojos de la audiencia) provoca malestar general. Más aún cuando éste comete el error de creerse argentino: después de esta confesión ¿se lo puede considerar un nosotros?

La autora, Sylvia Iparraguirre, establece una fuerte crítica a estos modus operandi de los antropólogos, que utilizan humanos como objetos para obtener logros científicos. En el título se cifra su opinión que con el correr del cuento se va descifrando hasta que en el final hace su descargo “La clase no había sido satisfactoria. Consideraban, académicamente, la posibilidad de conseguir otro informante. Tal vez un mataco con mayor disposición. La buena disposición es fundamental para los fines científicos”

La historia argentina desde sus inicios tiene conflicto con los pueblos originarios que resistieron (o trataron de hacerlo) la transculturación. En la literatura, Sarmiento dejó registro de ello con “Facundo, o civilización y barbarie”, donde ve en el gaucho, la figura del atraso de la sociedad y para obtener el tan deseado progreso hay que eliminarlo.

En Latinoamérica muchos escritores han retomado la figura de Calibán, personaje de “La Tempestad” de Shakespeare, quien representa el estado natural, es el bárbaro que resiste a ser esclavizado por Próspero, el protagonista, quien lo despoja de su tierra y lo somete a la servidumbre. Rubén Darío en “el triunfo de Calibán” ve en esta figura la amenaza del triunfo del materialismo yankee sobre la espiritualidad: “No, no puedo, no quiero estar de parte de esos búfalos de dientes de plata. Son enemigos míos, son los aborrecedores de la sangre latina, son los bárbaros”

Sin embargo autores como el cubano Fernández Retamar y el argentino Aníbal Ponce ponen foco en la relación colonizador-colonizado, haciendo una lectura claramente anticolonialista. Estos puntos de vista tienen una perspectiva marxista, ya que Próspero es el amo, el dominante, que somete a Calibán y Ariel a servir a sus intereses.

Este personaje es símbolo de la resistencia de los aborígenes, que son considerados bárbaros ante los ojos del imperialista y sin mas fundamento que ese lo extermina o lo somete a su voluntad. Hace 500 años pretendieron eliminarlos de las tierras latinoamericanas, pero solo lograron hacerlo físicamente, porque el fuego que ellos encendieron no lo pudieron apagar.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Ensayo II

La enseñanza universal, obligatoria, gratuita y laica arribo a nuestro país de la mano del padre del aula: Domingo Faustino Sarmiento. Había que combatir a los bárbaros, a los futuros Facundos que se reproducían por todo el territorio y estaban poblando el país, atrasando el progreso de la Nación. Para ello el objetivo era igualar a los educandos, formarlos bajo las mismas ideas, enseñarles a todos lo mismo para que no haya más vagos. Así nació la educación en Argentina: ¡Gloria y loor para Sarmiento el inmortal!

La historia sigue y nosotros la conocemos bien: conquista del desierto, el granero del mundo, revoluciones, golpes militares: el folklore nacional ¡cómo no lo vamos a conocer si esto nos lo enseñaron en la escuela!

Hace algunas generaciones que desde los 3 años los chicos se pasan más horas en el colegio que en sus hogares entonces, ¿Cómo no van a estar determinados por lo que la escuela les inculca? ¿y que les transmiten? ¿Los forma como seres alienados o como seres libre-pensantes?

Aquí entra en juego el tema de la libertad de elección. Ésta no viene implícita en los genes sino que responde a la cultura de la que formamos parte. De modo que la educación tiene un papel central; nada de lo que nos enseñan es casual, sino que esta íntegramente diseñado para preparar el escenario del futuro. Los estudiantes son el futuro.

¿Y cómo pretenden que sea el porvenir? No hay que olvidarse que tanto la enseñanza básica como la adolescencia (etapa clave donde se delinean los aspectos de la personalidad) son productos del sistema capitalista. No es menor el detalle, si se tiene en cuenta que su finalidad es normalizar y ordenar el comportamiento de los discípulos de las señoritas maestras.

Una frase habla por sí sola: “enseñar exige respeto a la autonomía del ser del educando” [1] tal vez todos los maestros adscriban a estas palabras, pero los hechos no siempre muestran que esto sucede.

El debate hoy esta puesto en la educación sexual como forma de transmitir los lineamientos básicos sobre una sexualidad responsable. La comunicación con el alumno, es decir un intercambio de sentimientos, opiniones, palabras, es la forma ideal de enseñar éstos temas. Sin embargo ofrecer información unidireccional, y que la lea quien tenga ganas de enterarse de que se trata esto del “sexo” no ayuda en nada. Y peor aún, si quien intercede es la Iglesia ¿Qué tienen para decirnos sobre sexualidad y religión? Lo mismo que hace algunas décadas atrás:

“Hombres que viven con hombres, mujeres que conviven con mujeres como si estuvieran casadas entre ellas.. Se las considera personas abiertas.. Un estilo de vida.. Cuando en realidad son personas enfermas que equivocan sus vidas […] para la Iglesia, el acto sexual entre dos personas del mismo sexo nunca es válido y nunca estará bien, bajo ninguna circunstancia. Son actos que contrarían a la naturaleza, y que, aunque sean muchos los que actúan así, no da lugar a aprobar sus conductas, al contrario, debería ser corregido.

Si alguna vez, alguien de tu mismo sexo te propone una relación íntima, con firmeza, valentía y madurez, sin perder la serenidad, decí que no. Esto es lo que espera Dios de vos”

En el siglo XXI siguen esperando que actuemos de la misma forma que lo hubiesen hecho nuestros bisabuelos, imponiendo una forma de pensar. ¿Y la libertad de elegir una forma de vivir y de relacionarse con el resto? A esto, ellos lo llaman libertinaje:

“El libertinaje que se ha apoderado de este mundo, a causado y causa el mayor números de victimas entre la juventud.

Es muy común oír decir a los jóvenes que ya mantienen relaciones sexuales regularmente, pero se cuidan... y cuando dicen se cuidan, significa que utilizan anticonceptivos. La píldora, es uno de los muchos anticonceptivos inventados por los científicos, para impedir la ovulación de la mujer, y por lo tanto la concepción de un hijo. […]

Lo mejor, es que las parejas de novios, se abstengan, mientras no puedan asumir las responsabilidades de traer consigo el matrimonio”



[1] Paulo Freire

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Proceso de escritura del ensayo

El tema de mi ensayo venía molestándome hace algún tiempo. Por supuesto que en ese momento no se me ocurrió escribir ningún ensayo o crítica, pero sí fui desarrollando algunos pensamientos de manera que al escribirlo las ideas fluyeran más rápido.

Como comenté en clase, todo surge cuando releí un cuadernillo sobre educación sexual que me dieron para mi confirmación (en 7º año) cuyos argumentos y explicaciones eran dignos del medioevo. Obviamente no me sorprende lo que piensa la Iglesia sobre –por ejemplo- la homosexualidad o lo que ellos llaman promiscuidad, pero si me indigna que esas ideas se hayan transmitido a chicos de 12 años en plena etapa de aprendizaje y crecimiento y menos en el Siglo XXI.

La pregunta que me surge es qué es lo que pasa si esa persona crece con esos preconceptos y los adhiere a su forma de pensar. Al menos yo y algunos de mis compañeros tuvimos la oportunidad de seguir estudiando, o desarrollar un pensamiento más crítico de lo que alguna vez nos enseñaron. Entonces entra en juego el hecho de la libertad de elección y las determinaciones que la rodean. Cuántas veces pensaremos que estamos eligiendo autónomamente y en realidad fue el single de la publicidad el que logro convencernos que x producto es la mejor opción.

En este caso sería un ejemplo banalizado. Pero cuando se trata de tomar postura frente a algún tema y lo que sabemos sobre eso es lo que nos enseñaron en la escuela y encima son blasfemias, allí hay un problema.

Bueno, mi idea es tratar ese tema e ir “mechando” citas a lo largo del texto para reforzar lo que estoy queriendo decir. Mi próximo paso es la reescritura del ensayo, con el objetivo de encontrarle un tono más adecuado.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Ensayo, primera versión.

La libertad de elegir una forma de vivir, de relacionarse con el resto, de pensar autónomamente, no viene implícita en los genes sino que responde al entorno, a la cultura de la que formamos parte.

Desde chicos vamos formando concepciones del mundo que con el correr del tiempo van evolucionando, cambiando, no siempre son las mismas. A determinadas edades –generalmente en la adolescencia- es donde empieza a desarrollarse la personalidad y comienza la búsqueda de respuestas concretas a lo que anteriormente era natural, “porque si”.

Y en esa búsqueda, la educación juega un papel primordial. Hace algunas generaciones que desde los 3 años, los chicos se pasan más horas adentro del colegio que en sus casas. ¿Cómo no vamos a estar determinados por lo que la escuela nos inculca? ¿Y qué es lo que nos transmite? ¿Nos forma como seres libre-pensantes o como seres alienados?

Educación y adolescencia, dos conceptos básicos de la modernidad. Ambos surgieron con el triunfo del sistema capitalista, por lo tanto es innegable que su finalidad está destinada a extender a toda la sociedad las valoraciones de este sistema. La institucionalización de la educación responde a este propósito: “normalizar y ordenar” el comportamiento de los futuros ciudadanos.

Y si hablamos de instituciones, la Iglesia Católica también cuenta con el dominio de miles de centros educativos en el mundo con el objetivo de infundir los “valores cristianos”. Históricamente hubo una lucha por la apropiación del campo de la educación (en términos de Bourdie) entre la Iglesia y los laicos en occidente. Estas luchas, aunque parezcan solamente de poder, repercuten en los niveles inferiores, pues quien domine el campo educacional va a moldear el futuro de los educandos y por ende de la sociedad.

Volviendo al tema de la libertad, uno de los grandes debates en estos últimos años es sobre la educación sexual como “conjunto de aprendizajes que permiten el buen desarrollo de las capacidades sexuales, su coordinación con las demás facultades y la consecución de una buena interrelación con las otras personas que resulten estimulantes por su condición sexuada y sexual, consiguiendo altos niveles de espontaneidad y comunicación, y también de respeto y estima” (según Frederic Boix) Entonces cuando el objetivo que se persigue no va en esta dirección ¿se están restringiendo las libertades individuales?

Por empezar, sea quien aborde este tema es sabido que su finalidad es transmitir los lineamientos básicos para una sexualidad responsable, de modo que al tener la información pertinente esa persona pueda desarrollarse autónomamente conforme a sus necesidades. Sin embargo el problema no reside en la intención sino en el contenido que se está enseñando de manera que el fin –una vez más- no justifica los medios.

Sería poco serio mostrar los argumentos utilizados sobre este tema hace algunas cuantas décadas atrás, pero si me intranquiliza que esas ideas se hayan perpetuado hasta hace pocos años, siendo contenidos que desinforman y fomentan la ignorancia.

Voy a transcribir algunas líneas de un cuadernillo sobre sexualidad que se daba a alumnos de 7º grado de un colegio católico en el año 2003 (siglo XXI):

“El libertinaje que se ha apoderado de este mundo, a causado y causa el mayor números de victimas entre la juventud.

Es muy común oír decir a los jóvenes que ya mantienen relaciones sexuales regularmente, pero se cuidan... y cuando dicen se cuidan, significa que utilizan anticonceptivos. La píldora, es uno de los muchos anticonceptivos inventados por los científicos, para impedir la ovulación de la mujer, y por lo tanto la concepción de un hijo. […]

Lo mejor, es que las parejas de novios, se abstengan, mientras no puedan asumir las responsabilidades de traer consigo el matrimonio”

Y sigue…

“Hombres que viven con hombres, mujeres que conviven con mujeres como si estuvieran casadas entre ellas.. Se las considera personas abiertas.. Un estilo de vida.. Cuando en realidad son personas enfermas que equivocan sus vidas […] para la Iglesia, el acto sexual entre dos personas del mismo sexo nunca es válido y nunca estará bien, bajo ninguna circunstancia. Son actos que contrarían a la naturaleza, y que, aunque sean muchos los que actúan así, no da lugar a aprobar sus conductas, al contrario, debería ser corregido.

Si alguna vez, alguien de tu mismo sexo te propone una relación íntima, con firmeza, valentía y madurez, sin perder la serenidad, decí que no. Ésto es lo que espera Dios de vos”

Es sabido qué es lo que opina la Iglesia Católica sobre este tipo de temas. Sin embargo el contexto en el que se transmiten estas ideas es lo más impactante.

Decir que el libertinaje se ha apoderado de la sociedad, transgrede el simple hecho de repudiar el uso de “la píldora” para desdeñar el uso de la autonomía de las personas.

Por suerte estamos aprendiendo a interpretar que nos quieren decir cuando nos hablan de desvíos, naturaleza y libertinaje. No es un acto menor, si pensamos que hace pocos meses se aprobó la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo y en 2006 salio la ley sobre educación sexual obligatoria en las escuelas de todo el país. Aun esperamos ansiosos la aplicación en todo el territorio nacional, pero no podemos decir que esto no es un gran avance.

Por suerte nada es inamovible e irrefutable. Sigo pensando que la elección de una forma de vida y de pensamiento está asociada al contexto personal de cada uno, pero si los moldes que moldean nuestras elecciones nos formaran como seres libres- pensantes, todos alcanzaríamos la tan deseada libertad.

martes, 26 de octubre de 2010

Sobre "colección de arena"

El ensayo “colección de arena” de Calvino comienza con el asombro que le genera una persona que se dedica a coleccionar arena de diversas partes del mundo. Siendo la menos llamativa entre las otras colecciones de cosas raras, ésta era la mas misteriosa “la que parecía tener más que decir”.

Sin embargo el autor no centra su ensayo en el aspecto material (la colección en sí) y lo va llevando a una reflexión más espiritual, filosófica, “la necesidad de transformar el fluir de la propia existencia en una serie de objetos salvados de la dispersión o en una serie de líneas escritas, cristalizadas fuera del continuo fluir de los pensamientos”

¿Qué significado tiene para nosotros registrar los momentos del pasado? Como aquella mujer que rotulaba los momentos de su vida y los archivaba en carpetas de cartón. “estas colecciones se convierten así en mi vida ilustrada”, afirmó esta mujer. ¿Será una forma de perpetuar los recuerdos en el tiempo, o será simplemente una obsesión por la colección? “los propios días, minuto por minuto, pensamiento por pensamiento, reducidos a colección: la vida triturada en un polvillo de crepúsculos: una vez más, la arena.”

El autor no plantea una problemática concreta, sino que va llevando al lector a descifrar cuales son las motivaciones de querer registrar hechos de nuestra vida, que con el correr del tiempo se van transformando en pasado. En este ensayo Calvino es un yo que podría ser también yo, ya que la respuesta a los enigmas de la vida que el plantea no dependen del punto de vista del autor, sino de cada uno de nosotros.

sábado, 23 de octubre de 2010

Ensayo de Adorno y Horkheimer

En un párrafo con menos de treinta líneas, Adorno y Horkheimer hacen una crítica sumamente acertada sobre las consecuencias que traen aparejadas los medios de comunicación al influir sobre la sociedad.

Según los autores la modernidad redujo lo colectivo a un individualismo extremo, donde los hombres pasan a ser seres alienados: “los trabajadores se hallan aislados dentro de lo colectivo”.

Los ejemplos mediante los cuales se ilustra el texto son tan atinados que pueden reflejar la sociedad de hoy. Inmediatamente pienso en la computadora e Internet como medios para “acortar distancias físicas”. Entonces si un amigo se va a vivir a Europa la amistad se traslada al plano virtual y ya no hay de que preocuparse, podemos seguir tomando mates juntos, la camarita y el micrófono van a ser nuestros mejores aliados para seguir manteniendo el “contacto”. Esto es un ejemplo contemporáneo de lo que Adorno y Horkheimer llamaron aislamiento.

Éstos pensadores críticos representantes de la escuela de Frankfurt, de tendencia marxista, utilizan un modo narrativo académico, en donde la fuerza que sostiene al ensayo se encuentra en los ejemplos que enfatizan la problemática planteada que se encuentra citada al final del texto cuando afirman que “la comunicación procede a igualar a los hombres aislándolos”.

sábado, 16 de octubre de 2010

Benjamin y el arte de narrar

Lo sorprendente del texto de Benjamin es que a pesar de haber sido escrito hace más de 70 años, sus ideas se amoldan perfectamente a la sociedad de hoy. ¿Un visionario o el mundo no ha sufrido modificaciones en este último siglo?

Para poder responderme voy a tratar de hacer un repaso por su ensayo: el autor plantea que el exceso de información a través de los medios de comunicación limita el desarrollo de la narración, pues el merito de ésta consiste en dar lugar a la libre interpretación.

Lo importante para la noticia es no perder tiempo y si se tiene la primicia mejor aún. Por lo tanto si el hecho es dudoso, los periodistas se encargan de explicarlo de manera que llame más la atención del destinatario. Quien se toma el tiempo de indagar, pierde. La desinformación y la tergiversación no vinieron añadidas al boom de Internet y los medios modernos, sino que es un problema de antaño.

Cualquier texto que pueda perpetuarse en el tiempo guarda en su interior el arte de narrar, por lo tanto carece de explicaciones y conclusiones absurdas que agotan el tema que se está abordando. Este ensayo “almacena la fuerza reunida en su interior y puede volver a desplegarla después de largo tiempo”. Entonces ni Benjamin es un visionario, ni el mundo es inamovible pues como las semillas que estuvieron cerradas en las cámaras de las pirámides, este texto sigue conservando su fuerza germinadora hasta el día de hoy.

Experimentando con el ensayo

Lo primero que se me viene a la cabeza cuando hablamos de ensayo es la idea de “prueba y error”. Intentar una y mil veces hasta lograr lo que se está buscando.

Al menos hasta que leí algunas definiciones formales sobre este género pensaba que se trataba de eso. “el ensayo es una composición expositiva, preferentemente en prosa, que suele proporcionar información, interpretación o explicación acerca de un asunto tópico. Presupone una formulación provisional, ni definitiva ni verificada, de las opiniones que enuncia”.

Me resulta interesante la idea de “formulación provisional”, porque que no detenta explicar ninguna verdad universal, como sucede con los artículos de divulgación científica, sino que tiene como objetivo enunciar la verdad del autor, es decir se centra en su subjetivismo. Por lo tanto el ensayo va a girar en torno de la mirada de quien escribe y no tanto del tema en cuestión.

Lo característico de este género es la libertad que tiene el autor para elegir el tema. Tal es así que Montaigne, ha escrito desde “filosofar es prepararse para morir” hasta “de la costumbre de vestirse”; queda en evidencia que aquí lo importante es persuadir al lector a través de una mirada que escape de los lugares comunes, para posarse donde nunca se ha hecho.

Entonces mi idea sobre ensayo no estaba tan desacertada. Al fin y al cabo en este momento me encuentro probando, experimentando para poder lograr un auténtico ensayo.

lunes, 11 de octubre de 2010

Sobre la toma.

Hace seis semanas que comenzó la toma en la facultad de sociales y por ende los reclamos estudiantiles se hicieron oír ante todos. La historia ya la conocemos: desde hace más de diez años prometieron construir un edificio en Constitución que reúna las cinco carreras de sociales que están esparcidas en tres sedes que dejan mucho que desear, por tanto su estructura edilicia es paupérrima.

A principios de septiembre se cayó un vidrio en Marcelo T y produjo que se decida tomar la facultad. "¿Tanto por un vidrio?". Su caída fue la gota que rebalsó el vaso, la negativa a seguir estudiando en condiciones precarias, salir a buscar respuestas a quienes deberían solucionar esto; entonces la culpa no es del vidrio.

En la finalidad de la toma estábamos todos de acuerdo, sin embargo las diferencias surgieron por el modo mediante el cual se llevó a cabo. Más allá que esto se decida en las asambleas (es decir de manera democrática) algunos estudiantes (y agrupaciones) estaban en contra de las medidas que allí se tomaban. "De esta forma se vacía de contenido la facultad". Esto no es así ya que por medio de las clases públicas se pudo socializar el reclamo cursando en las calles o pasillos de la facultad. "Así no se puede estudiar!". Es verdad, el ruido de la calle genera distracción e imposibilita que la cursada se pueda realizar en su totalidad, pero las condiciones de las aulas de la facultad no son muy dignas que digamos.

Con el correr de los días empezaron a diamular rumores sobre la posibilidad de perder el cuatrimestre, ya que algunos profesores rechazaban el modo de reclamo. Por lo tanto empezó a tomar peso la idea que la toma estaba agotada y que se tendría que normalizar la situación, esto implicaba dar marcha atrás, hacer de cuenta que allí no había pasado nada. En contraposición estaban aquellos que la defendían, y fueron los que fomentaron la idea que la única lucha que se pierde es la que se abandona.

Mas allá de las agrupaciones, los estudiantes, del debate toma si/toma no, esto se minimiza cuando la cuestión que está en juego es la defensa de la educación pública. Aquí es donde nos volvemos a unir todos lo que sabemos que esta es la única forma de garantizar el futuro. Es un arma muy poderosa que predomina en los discursos de los candidatos, pero son solo promesas, saben que si las cumplen estarían jugando con fuego porque “un pueblo educado es un pueblo libre” y agrego un pueblo libre sabe elegir.
Por lo tanto esto debería ser un motivo de lucha para la sociedad y no solamente para la facultad de sociales, porque la educación es un derecho, al fin y al cabo es lo único que le queda a uno en esta vida.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Respuesta carta argumentativa

Querido Jorge:

Confieso que es muy difícil responderte, por eso mi tardanza en hacerlo. A mi también la muerte de Marcos me afecta mucho. La verdad que era una persona muy querible, al igual que vos, todavía me cuesta reponerme del impacto que genera su muerte. Trato de imaginar tu dolor, tu desesperación pero es imposible, yo no tengo hijos. Y responderte únicamente para decir “te acompaño en el sentimiento” sería hipócrita de mi parte, y eso no es lo que vos esperas de mí.
Fuiste sos y serás un maestro. Mí padre siempre tuvo celos de nuestra relación casi fraternal, pero de él también estuve orgulloso, aunque nunca se lo pude decir. Me enseñaste a mirar el mundo con otros ojos, a confiar y a solidarizarme con los demás. Y ahora me venís a decir que dude de todo! Ya es tarde para que me digas estas cosas, la entrega y el compromiso son parte de mi vida.
No quisiera sentirlo, pero la verdad es que estoy decepcionado. Y tu carta ayuda a fortalecer mis ideales, sí esos que tanto hemos defendido, esos por los que brindamos con mate cocido, aquella noche fría de julio en Ciudad Evita, repartiendo frazadas y alimentos, cuando bien pudimos haber estado festejando tu cumpleaños con familiares y amigos.
Talvez soy demasiado joven para poder entenderte, y la advertencia de mi padre cuando decía “el día que tengas un hijo vas a ver como me vas a entender” fuese cierta. Pero me resulta tan difícil poder darte la razón. Comparto con vos la idea de que aquel que comete un crimen debe pagar por ello. Pero el pibe tiene 16 años, también es una victima de este sistema tan injusto. Mandarlo a la cárcel sería casi como matarlo. Ese pibe necesita ayuda, educación, contención. Vos sabes muy bien como funciona el mundo, yo no soy nadie para explicártelo.
También, al igual que vos, siento un desequilibrio interno. Pareciera que esta carta en lugar de respondérsela a mi maestro de la vida, estaría dirigida a esos reaccionarios que piensan que en cada esquina que frenen con sus autos lujosos se la van a dar. Esos que andan por la vida despotricando contra los negros, los resentidos sociales, los culpables de todo. Pero sé que vos no sos uno de ellos. Sé que estas atravesando el peor momento de tu vida y necesitas vengarte de quien te arrebato lo mas importante que tenías. Lo que no sé es si vas a volver a ser el mismo de antes.
Espero no ofenderte con mi carta. Digo lo que pienso, la hipocresía no es mi idioma. Gracias por todo lo que me enseñaste alguna vez, mi respuesta es producto de eso.
Abrazo grande.
Gaby.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Carta argumentativa (segunda versión)

Señor Mariano Pérez Salvi:

Me dirijo a usted con todo mi respeto, mi nombre es Daniela Rodríguez, vivo en Capital Federal, estudio en el colegio Mariano Acosta y estoy en 5º año del secundario. Tal vez nunca llegue a sus manos esta carta y yo gaste mi tiempo escribiéndola, pero me surge la necesidad de hacerlo luego de haber visto su programa de televisión el lunes por la noche.

Indignación es la palabra que describe mis sentimientos en este momento. Sí, quien debe estar indignada soy yo, y no usted como afirma estarlo luego de ver “a esos chicos tomando el colegio con total impunidad sin que nadie pudiera hacer nada”. Me pregunto qué es lo que usted desea que nos hagan ¿querrá que nos repriman? ¿O querrá que nos lleven presos?

Como alumna de un colegio del Estado me siento en la obligación de tomar posición y formular una posible respuesta. Durante la media hora que duró su monologo, tan prolijo y serio por cierto, se limitó a desacreditar la toma en las escuelas, afirmar de lo mal que esta que se pierdan días de clases, de la violencia impuesta por aquellos pocos alumnos que están al frente de la toma y lo que mas me irrita es que asevero, con total convicción, que esto es una campaña en contra del jefe de gobierno, Mauricio Macri.

Yo comparto con usted la preocupación de la perdida de días de clases, porque soy defensora acérrima de la educación; y por esta misma razón es que participo en las decisiones que se llevan a cabo para poder mejorar el sistema educativo. Resulta que no es nada fácil, que las intenciones de quienes deberían asegurarnos una educación digna son nulas y desoyen nuestros pedidos prometiéndonos algo que de antemano se sabe que no van a cumplir. Además los medios son cómplices de ellos y en lugar de sumarse a nuestra lucha legítima, la hacen parecer como si fuese un reclamo caprichoso, desinformando a la sociedad.

Por otro lado su concepto de violencia es muy distinto del mío. Yo veo violencia en las goteras de las paredes de mi colegio, en los baños sucios y rotos, en las ventanas que no se cierran en invierno y el frío que entra por ellas, en la biblioteca vacía con los estantes esperando alguna muestra de solidaridad de algún lector retirado.

Donde también noto violencia es en su discurso despectivo. En los argumentos poco felices que utiliza para desacreditar nuestra protesta como decir que cuando usted iba al colegio tampoco había calefacción en las aulas entonces no entiende de qué nos quejamos. Con respecto a esto quiero decirle simplemente dos cosas: Hace 40 años atrás en casi ningún colegio había estufas, mi padre pertenece a su generación y es testigo de ello. Y a la escuela privada a la que usted iba y de la que hace tanta mención, seguramente las ventanas estaban bien cerradas y el frío no se filtraba por ningún lado.

Entonces,dígame si el nombre de su programa “la hora de la verdad” no es una verdadera infamia.


No pretendo que esta carta sea leída al aire ni muchos menos, se que eso es un absurdo. Simplemente quiero invitarlo que como periodista cumpla con su rol de decir la verdad y no tergiversar la realidad, porque la educación esta pasando por un momento crítico, y eso usted lo sabe muy bien. No solo los colegios, sino ahora las universidades se sumaron a la misma lucha; entonces decir que somos “unos irrespetuosos maleducados” no tiene sentido, sobre todo cuando esos “maleducados” somos los que tenemos conciencia de nuestra situación y formamos parte de las decisiones que se toman en la sociedad. No se olvide que somos el futuro ¿o usted prefiere un país repleto de ignorantes? Si usted mirará con los mismos ojos que veo yo, estoy segura que se retractaría de lo que dijo.

Mi única arma es la palabra y la uso a favor de la sociedad. Espero que usted también haga lo mismo.

Muchas gracias por su tiempo.

Daniela Rodríguez

lunes, 6 de septiembre de 2010

Carta argumentativa

Señor Mariano Pérez Salvi:

Me dirijo a usted con todo mi respeto, mi nombre es Daniela Rodríguez, vivo en Quilmes, provincia de Buenos Aires, estudio en la escuela número 4 del mismo barrio y estoy en 5º año del secundario. Tal vez nunca llegue a sus manos esta carta y yo gaste mi tiempo escribiéndola, pero me surge la necesidad de hacerlo luego de haber visto su programa de televisión el lunes por la noche.
Indignación es la palabra que describe mis sentimientos en este momento. Sí, quien debe estar indignada soy yo, y no usted como afirmo estarlo luego de ver “a esos chicos tomando el colegio con total impunidad sin que nadie pudiera hacer nada”. Me pregunto qué es lo que usted desea que les hagan ¿querrá que los repriman? ¿O querrá que los lleven presos?
Como alumna de un colegio del Estado me siento en la obligación de tomar posición y dirigirme a usted primero porque limitó todo su monólogo a hablar de lo mal que está que los chicos pierdan días de clases, de lo nefasto que es tomar las escuelas y peor aún, se tomó el atrevimiento de afirmar que esto es una campaña en contra de Macri. Y segundo porque en ningún momento hizo mención de la situación edilicia precaria e insuficiente que tienen los colegios, no solo de capital sino de provincia (soy testigo de ello) y estoy segura que en el resto del país. Entonces dígame si el nombre de su programa “la hora de la verdad” no es una verdadera infamia.
Por otro lado, uno de los argumentos utilizados para desacreditar la protesta es que cuando usted iba al colegio tampoco había calefacción en las aulas entonces “no entiende de que se quejan”. Le quiero decir dos cosas con respecto a esto: hace 40 años atrás en casi ningún colegio había estufas. Y a la escuela privada a la que usted iba y de la que hace tanta mención, seguramente las ventanas estaban bien cerradas y el frío no se filtraba por ningún lado.
Además con goteras en los techos, con frecuentes cortes de luz, con bancos rotos, con frío en invierno, con ausencia de material didáctico, aunque no lo crea le juro que así, es imposible estudiar.
No pretendo que esta carta sea leída al aire ni mucho menos, se que eso es absurdo. Simplemente quiero invitarlo que como periodista cumpla con su rol de decir la verdad y no tergiversar la realidad, porque la educación está pasando por un mal momento y no todos los estudiantes somos unos “pendejos maleducados sin límites” sino que algunos tenemos conciencia de lo que está sucediendo y decidimos formar parte de las decisiones que se toman en la sociedad. Si usted mirará con los mismos ojos que veo yo, estoy segura que se retractaría de lo que dijo.
Mi única arma es la palabra y la uso a favor de la sociedad. Espero que usted también haga lo mismo.
Muchas gracias por su tiempo.
Daniela Rodríguez

sábado, 28 de agosto de 2010

operación desconocida

¿Qué es lo que pueden tener en común Miles Harvey y Rodolfo Walsh? Supongo que es más lo que los diferencia de lo que los une. Uno escribió sobre el poder que tienen y tuvieron los mapas desde la antigüedad hasta hoy; el otro hizo una novela testimonial dónde relata qué fue lo que verdaderamente pasó la noche de la fracasada revolución de Valle.
El primer puntapié para unirlos es su profesión: ambos son periodistas. Ambos escribieron sus libros con el objetivo de contar a sus lectores una historia, en este caso las dos verídicas, y ambos denotaban pasión en su tarea.
Como encontré poca información acerca de Harvey voy a hablar de él solo con lo que lei. Su modo de escritura es sencillo y se lo nota vehemente con lo que ha investigado: la historia de Gilbert Bland. Este sujeto se dedicaba a robar mapas en las bibliotecas de EE.UU. pero lo hacía en el siglo XX (1995) y eso es lo que más atrajo la atención de Harvey “ Que tenían aquellos viejos y misteriosos mapas que a la gente le resultaban tan seductor? ¿Y que clase de persona llegaría hasta tan lejos y se jugaría tanto por conseguirlos?”.
Ya no detentan poder, ni tienen el valor que puede tener un cuadro de Picasso, sin embargo los siguen robando. Como aficionado de las “cosas cartográficas”, Harvey, encontró en este caso un enigma por resolver, una terra incógnita, dejó de ser una investigación para convertirse en una aventura que sin saberlo lo fue adentrando en aguas desconocidas.
Tal vez aquí encuentre otro punto en común con Walsh. A él también una historia que le contaron una noche de verano jugando al ajedrez, le causó tal atracción desde que se enteró de ella, que lo hizo sumergir en aguas desconocidas. Además generó un giro completo en su vida “la larga noche del 9 de junio vuelve sobre mi, por segunda vez me saca de las suaves, tranquilas estaciones. Ahora, durante casi un año no pensare en otra cosa, abandonare mi casa y mi trabajo, me llamare Francisco Freyre, tendré una cedula falsa con ese nombre, un amigo me prestara una casa en el Tigre, durante dos meses viviré en un helado rancho de Merlo, llevare conmigo un revolver, y a cada momento las figuras del drama volverán obsesivamente.”
El sentirse insultado por aquel relato desgarrador es lo que hizo que no abandonara la investigación, hasta no revelar la verdad.
Operación masacre se publicó en 1957 pero allí no terminó la investigación. Con el correr del tiempo agregó más información y varió su reflexión final. Con este libro supo aniquilar la versión oficial de los hechos, además de ser el iniciador de un nuevo género literario: la novela testimonial.
Inevitablemente, entra en este juego de relaciones, Vera, el personaje de mi cuento. Ella, literalmente entró en aguas totalmente desconocidas. En ese repentino cambio de vida que le obligaron a hacer, en búsqueda de un futuro incierto en un lugar lejano, tuvo que subirse a ese barco e irse. A este personaje también se le puso delante del camino una aventura; escapó del fascismo, cambió de identidad, cruzó una frontera. Un hecho que no le causó satisfacción sino mas bien le generó terror; al contrario de Bland este hombre que cruzarlas le significaba un desafío, arriesgado, pero le daba sensación de poder. Como dice Güichal “siempre que se cruza una frontera hay peligro. Es el peligro de adentrarse en lo desconocido y ya no poder regresar a la situación inicial”. Esto también le sucede a Walsh. Traspasando los límites no buscaba poder. Todo lo contrario, intentaba descifrar una verdad manchada con sangre.

lunes, 23 de agosto de 2010

Desarraigo (segunda versión)

El agua se encontraba calma y el cielo estaba despejado. Ella miraba a su alrededor y lo único que veía era agua pero estaba más tranquila y mirar el horizonte ya no le causaba nauseas. Aunque a veces se sentía mareada porque todo le parecía lo mismo, todo se reducía a un infinito de color azul que a lo lejos se chocaba con el cielo. Miraba hacia el este y los ojos se le llenaban de lágrimas, porque allí estaban los 14 años de su vida que no se pudo llevar consigo.
Pasaba el día entero sentada en un rincón de la proa, mirando el océano con sus piernas tapadas con una manta de su abuela. Por momentos se pasaba horas escribiendo en su diario personal y cuando levantaba la vista ya era de noche, ya había pasado un día mas.
Mas allá del shall de lana que cubría su espalda y el rodete que ataba sus cabellos la juventud la perseguía en cada pisada, en cada palabra y en cada mirada por mas melancólica que esta sea.
Todavía quedaban veinte días o más para llegar a destino, un lugar que para algunos eran las tierras prometidas y para otros una ciudad pegajosa que además olía mal:
Bonosaires, Aryentina, trataban de pronunciar los italianos que viajaban en el Oceanía y que jamás en su vida habían hablado español.
Vera compartía el camarote con su abuela y con seis mujeres más. De vez en cuando, por las noches, se escuchaba alguna rata perdida por los pasillos pero no era motivo suficiente de preocupación. Allí había tres camas marineras en un espacio muy reducido, por lo tanto intentar subirse a ellas requería de mucha destreza porque no tenían escaleras. Vera dormía arriba y a pocos centímetros había un ventiluz redondo que en las noches ventosas les impedía dormir por el ruido que hacía el viento y el frío congelado que se filtraba. Pero era impagable la vista que tenía al amanecer cuando los rayos de luz se reflejaban en el mar y el sol parecía una bola de fuego que lentamente iba escalando el cielo.
El primer viernes que pasaban en el barco se la notaba a Vera un poco preocupada. Estaba inquieta, por momentos caminaba por toda la cubierta y por otros se sentaba e intentaba escribir en su diario.
Marzo de 1938:
“Es el primer día que no quiero que se termine. Tengo miedo que nos descubran.”
Con las primeras estrellas del viernes se recluyó junto con su abuela en el camarote a respetar el Sabbat. Hasta el sábado su abuela había decidido quedarse ahí, orando. Ni siquiera saldrían para comer porque la comida que daban era, casi siempre, de origen animal.
Pero Vera no estaba concentrada y su cabeza empezaba a divagar. Miraba a su bubbee y envidiaba la tranquilidad que emanaba. Estaba muy paranoica, para ella todos sabían en el barco quienes eran y porque estaban allí. Su abuela se sentía respaldada por los certificados de bautismo que consiguieron para poder viajar y eso la ayudaba a mantener la calma.
Prontamente se cumplió una semana de viaje pero Vera sentía que estaba allí hacía meses. La nostalgia se había apoderado de ella y todo le recordaba a su pueblo, que ahora ya no era más suyo. Sentada en el mismo rincón de siempre, mirando la inmensidad, los recuerdos se iban apoderando de ella y ahora no quiere pensar. Prefiere imaginar. Imaginar que esta en un viaje para recorrer el mundo, los lugares mas hermosos, sentir nuevos olores, pero después regresar a su bella Trieste.
Una anciana pasa con un crucifijo en la mano y las imágenes otra vez vuelven. Quiere distraer la mente, tararea una canción pero ya no puede seguir reprimiendo los recuerdos, tienen que salir. Una lágrima recorre su mejilla mojando sus labios, dejándole el sabor amargo de un triste episodio. Y ahí se ve caminando hacia el colegio el primer día de clases haciendo el mismo recorrido de siempre, hasta que oye esa voz que aun le retumba en los oídos.
- Tú aquí no eres bienvenida.
El eco de esa voz la horroriza le impide seguir pensando. Luego ve el esquivo de sus amigos que la corren del medio de la entrada de la escuela y le ruegan que nunca más les dirija la palabra. Prefiere pensar que es una pesadilla pero está allí, ella es la protagonista, ella es ahora una desconocida. Y se larga a correr. Corre hasta su casa, ese recorrido, el de siempre, que ahora ya no es el mismo. Todo le resultaba desconocido ¿Cómo puede ser que no reconozca la Piazza unita? Siente que le arrancaron las raíces de un tirón ya no es la misma de antes.
Solía caminar por el barco observando al resto de la gente. Pensaba si se encontraban en la misma situación que ella. Predominaba un clima de alegría pero también de incertidumbre. Algunas señoras coquetas pasaban por la parte de abajo del barco, caminando erguidas despidiendo aroma de perfume francés al pasar, y miraban con cierto aire despectivo a las otras mujeres, que estaban sentadas en el piso tejiendo abrigos para resistir el frío de las noches. Tenían la misma edad pero se notaba en sus manos, en las grietas de las manos, la historia de vida que cada una tuvo que llevar.

-Buen día mi nombre es María.
Vera mira hacia su costado para confirmar que era a ella a quien habían hablado. Tímida y con la mirada hacia el suelo responde al saludo con la voz muy baja.
María tenia la misma edad que Vera pero la juventud le sentaba mucho mejor. No tenía vergüenza de ocultar sus curvas y las lucía vistiéndose con trajes ajustados al cuerpo.
Ella había emprendido este viaje porque sus padres la habían obligado a hacerlo. Poco le importaba conocer Argentina, hubiera preferido irse a Paris, como lo hacían todos los años, pero su padre se negó porque “la situación estaba complicada”.
Durante el día estaba con su madre y sus amigas sentadas en la galería del barco, hablando de moda y tomando el té. A María también se le hacia eterno el viaje. Las mujeres no la dejaban opinar y solo debía oír las absurdas conversaciones que duraban horas. Su padre hacia lo mismo, con la diferencia que hablaban de política y tomaban brandy.
Nadie entiende por qué pero prontamente comenzaron a conversar y a entablar cierta confianza. Nadie lo entiende porque sus mundos eran antagónicos, ellas eran diferentes.
Comenzaron a pasar más tiempo juntas; era notable la presencia de María en tercera clase, no pasaba desapercibida y causaba las miradas del resto. Miradas que la halagaban por eso le gustaba estar allí. Se sentía superior, sus palabras eran escuchadas con atención y nadie le impedía opinar.
Lo mismo le pasaba a Vera cuando entró en el mundo de su amiga. También sentía las miradas del resto pero a ella le quemaban; eran miradas acusadoras, que la hacían sentir inferior a ellos.
Pero ese lugar le fascinaba. No la gente sino el lugar. Era todo realmente magnífico, las columnas estaban todas entalladas y las escaleras eran de mármol blanco, los ventanales gigantes tenían una vista paradisíaca, había olor a lujo.
El domingo el exclusivo padre Ceferino Garibaldi auspiciaba una misa en primera. Vera asistió por insistencias de su amiga y a escondidas de su abuela. No sabia de qué se trataban los rituales cristianos pero la curiosidad y la necesidad de ser aceptada por su amiga hicieron que termine yendo.
El lugar parecía no pertenecer al plano terrenal. De las arañas de oro que colgaban del techo, de las velas del altar y las que iluminaban las imágenes de los santos y de los brillantes que adornaban la figura de la Virgen, de todos ellos, partían rayos de luz de mil colores diversos que inundaban el espacio en el que estaban.
El órgano dio sus primeras notas anunciando que empezaba la misa e inmediatamente todos los fieles se pusieron de pie para recibir al padre. Éste dijo una cantidad enorme de palabras ininteligibles y cuando culminó el coro de monjas comenzó a cantar, entonando la letra del cántico con el resto de la gente, que junto con el ensordecedor sonido del órgano hacían erizar la piel de Vera, impidiéndole hacer todo tipo de movimiento, ni siquiera el de su boca.
Luego volvieron a tomar asiento y empezaron a hacer movimientos con sus manos que en vano intentó imitar, enredándose en si misma. Tenía vértigo de estar en ese lugar. Pero nadie la había obligado a hacerlo, sino que ella misma asumió el compromiso de ir.
Al salir de misa María la miro, sonrió y le dijo:
- de no conocerte pensaría que sos rusa y estalló en una horrible carcajada.
Sentada nuevamente en su lugar en el barco estaba avergonzada de haber ocultado alguna vez su identidad. Su familia, desde muy chica, le había enseñado que era un orgullo ser judío, pero desde aquel suceso en el colegio se desmoronaron los sentimientos que tenia hacia su religión. Por culpa de sus creencias su vida había cambiado por completo y ahora estaba dando vuelta la página empezando una nueva historia.
“¿Tendría Argentina los canales que tenía Venecia? ¿Habría allí una fuente tan hermosa como la de Trevi? ¿Y un mar tan enorme como el Adriático?”
Se quedo dormida escribiendo las últimas líneas en su diario y promete no volver a hacerlo por mucho tiempo más y que el silencio no se apodere más de su voz.
Comenzó a soñar que había llegado a destino y que los argentinos no eran humanos sino seres indescriptibles de otra naturaleza, que la miraban y sin decirle nada le señalaban el río con el dedo para que regrese a su país.
-¡llegamos, llegamos!
Vera despierta en un santiamén y ve gente que se abraza, llora y al mismo tiempo sonríe. Gira su cabeza y ve a lo lejos la ciudad que se erigía de cara al río. Era cierto habían llegado a destino. ¿Seria tal como lo había soñado? Tampoco quería saberlo, se había aferrado al barco, al fin y al cabo allí eran todos compatriotas. Mira hacia el este por última vez queriendo encontrar alguna imagen olvidada de su querida Italia. Pero ya no es lo mismo, la humedad, el calor del río, no la dejan conectarse con lo que de ahora en mas era su pasado. Tal vez allí pueda construir un presente, pero no imagina su futuro en Argentina. Baja cabizbaja y al poner su primer pie en Buenos Aires levanta la mirada y se pregunta ¿podré comenzar una nueva vida aquí?

lunes, 16 de agosto de 2010

Desarraigo

El agua se encontraba calma y el cielo estaba despejado. Ella miraba a su alrededor y lo único que veía era agua pero estaba mas tranquila y mirar el horizonte ya no le causaba nauseas. Aunque a veces se sentía mareada porque todo le parecía lo mismo, todo se reducía a un infinito de color azul que a lo lejos se chocaba con el cielo. Miraba hacia el este y los ojos se le llenaban de lágrimas, porque allí estaban los 14 años de su vida que no se pudo llevar consigo.
Pasaba el día entero sentada en un rincón de la proa, mirando el océano con sus piernas tapadas con una manta de su abuela. Por momentos se pasaba horas escribiendo en su diario personal y cuando levantaba la vista ya era de noche, ya había pasado un día mas.
Mas allá del shall de lana que cubría su espalda y el rodete que ataba sus cabellos la juventud la perseguía en cada pisada, en cada palabra y en cada mirada por mas melancólica que esta sea.
Todavía quedaban veinte días o más para llegar a destino, un lugar que para algunos eran las tierras prometidas y para otros era una ciudad pegajosa que además olía mal:
Bonosaires, Aryentina, trataban de pronunciar los italianos que viajaban en el Oceanía y que jamás en su vida habían hablado español.
Vera compartía el camarote con su abuela y con 6 mujeres más. De vez en cuando, por las noches, se escuchaba alguna rata perdida por los pasillos pero no era motivo suficiente de preocupación.
En su diario Vera escribía:
“Marzo de 1938:
Hoy es nuestro primer viernes en el barco. La bubbee dijo que íbamos a respetar nuestras tradiciones pero ¿Cómo haremos para no despertar la atención del resto?”
Con las primeras estrellas del viernes Vera y su abuela se recluyeron en el camarote para respetar el Sabbat. Hasta el sábado a la noche seguirían allí, encerradas, orando, tratando de no levantar sospechas. Sus certificados de bautismo las resguardaban de cualquier tipo de ofensa, esos que habían conseguido para poder viajar.
Prontamente se cumplió una semana de viaje pero Vera sentía que estaba allí hacia meses. La nostalgia se había apoderado de ella y todo le recordaba a su pueblo, que ahora ya no era más suyo. Sentada en el mismo rincón de siempre, mirando la inmensidad, los recuerdos se iban apoderando de ella y ahora no quiere pensar. Prefiere imaginar. Imaginar que esta en un viaje para recorrer el mundo, los lugares mas hermosos, sentir nuevos olores, pero después regresar a su bella Trieste.
Una anciana pasa con un crucifijo en la mano y las imágenes otra vez vuelven. Quiere distraer la mente, tararea una canción pero ya no puede seguir reprimiendo los recuerdos, tienen que salir. Una lágrima recorre su mejilla mojando sus labios, dejándole el sabor amargo de un triste episodio. Y ahí se ve caminando hacia el colegio el primer día de clases haciendo el mismo recorrido de siempre, hasta que oye esa voz que aun le retumba en los oídos.
- Tú aquí no eres bienvenida.
El eco de esa voz la horroriza le impide seguir pensando. Luego ve el esquivo de sus amigos que la corren del medio de la entrada de la escuela y le ruegan que nunca más les dirija la palabra. Prefiere pensar que es una pesadilla pero está allí, ella es la protagonista, ella es ahora una desconocida. Y se larga a correr. Corre hasta su casa, ese recorrido, el de siempre, que ahora ya no es el mismo. Todo le resultaba desconocido ¿Cómo puede ser que no reconozca la Piazza unita? Siente que le arrancaron las raíces de un tirón ya no es la misma de antes.
Solía caminar por el barco observando al resto de la gente. Pensaba si se encontraban en la misma situación que ella. Predominaba un clima de alegría pero también incertidumbre. Algunas señoras coquetas pasaban por la parte de abajo del barco, caminando erguidas despidiendo aroma de perfume francés al pasar, y miraban con cierto aire despectivo a las otras mujeres, que estaban sentadas en el piso tejiendo abrigos para afrontar el frío de las noches. Tenían la misma edad pero se notaba en sus manos, en las grietas de las manos, la historia de vida que cada una tuvo que llevar.
- buon giorno mi nombre es María.
Vera mira hacia su costado para confirmar que era a ella a quien habían hablado. Tímida y con la mirada hacia el suelo responde al saludo con la voz muy baja.
María estaba vestida con la mejor ropa y en su pelo rubio se lucia un sombrero que combinaba con el resto de su traje. Nadie entiende por qué pero prontamente comenzaron a conversar y a entablar cierta confianza. Nadie lo entiende porque sus mundos eran antagónicos, ellas eran diferentes.
Juntas recorrían el barco y María le mostró o mejor dicho ostento su vida, la opulencia que había entre aquellos que viajaban en primera. Al principio Vera se fascinó por aquel lugar tan cerca y tan lejos al mismo tiempo de ella. Pero después comenzó a tomarle cierto desprecio cuando oyó a unos hombres vestidos de traje, brindar por el Duce.
El domingo el exclusivo padre Ceferino Garibaldi auspiciaba una misa en primera. Vera asistió por insistencias de su amiga y a escondidas de su abuela. No sabia de que se trataban los rituales cristianos pero talvez para lograr mayor aceptación, decidió concurrir.
Ella lo veía como una obra de teatro, no formaba parte de la ceremonia. En un momento todos empezaron a cantar y hacer unos movimientos raros con sus manos que en vano intento imitar.
Al salir de misa María la miro, sonrió y le dijo: de no conocerte pensaría que sos rusa, y estallo en una carcajada.
Ahora camina y piensa que callar, ocultar, aparentar pueden ser la peor opción, ella es lo que era y lo que pudo ser y nadie puede cambiar eso.
Escribe sus últimas líneas en el diario y promete no volver a hacerlo por mucho tiempo más y que el silencio no se apodere más de su voz.
Se estaba quedando dormida. Se durmió, abrazada a sus rodillas abrigada por el sol del verano americano.
-llegamos, llegamos!
Vera despierta en un santiamén y ve gente que se abraza, llora y al mismo tiempo sonríe. Gira su cabeza y ve a lo lejos la ciudad que se erigía de cara al río. Era cierto habían llegado a destino. ¿Podría comenzar una nueva vida allí? No lo sabía, pero su primer pie en Argentina lo había puesto con una sonrisa.

domingo, 8 de agosto de 2010

Primera parte del proyecto!

El agua se encontraba calma y el cielo estaba despejado. Ella miraba a su alrededor y lo único que veía era agua pero estaba mas tranquila y mirar el horizonte ya no le causaba nauseas. Aunque a veces se sentía mareada porque todo le parecía lo mismo, todo se reducía a un infinito de color azul que a lo lejos se chocaba con el cielo. Miraba hacia el este y los ojos se le llenaban de lágrimas, porque allí estaban los 14 años de su vida que no se pudo llevar consigo.
Pasaba el día entero sentada en un rincón de la proa, mirando el océano con sus piernas tapadas con una manta de su abuela. Por momentos se pasaba horas escribiendo en su diario personal y cuando levantaba la vista ya era de noche, ya había pasado un día mas.
Mas allá del shall de lana que cubría su espalda y el rodete que ataba sus cabellos la juventud la perseguía en cada pisada, en cada palabra y en cada mirada por mas melancólica que esta sea.
Todavía quedaban veinte días o más para llegar a destino, un lugar que para algunos eran las tierras prometidas y para otros era una ciudad pegajosa que además olía mal:
Bonosaires, Aryentina, trataban de pronunciar los italianos que viajaban en el Oceanía y que jamás en su vida habían hablado español.
Vera compartía el camarote con su abuela y con 6 mujeres más. De vez en cuando, por las noches, se escuchaba alguna rata perdida por los pasillos pero no era motivo suficiente de preocupación.
En su diario Vera escribía:
“Marzo de 1938:
Hoy es nuestro primer viernes en el barco. La bubbee dijo que íbamos a respetar nuestras tradiciones pero ¿Cómo haremos para no despertar la atención del resto?”
Con las primeras estrellas del viernes Vera y su abuela se recluyeron en el camarote para respetar el Sabbat. Hasta el sábado a la noche seguirían allí, encerradas, orando, tratando de no levantar sospechas. Sus certificados de bautismo las resguardaban de cualquier tipo de ofensa, esos que habían conseguido para poder viajar.
Prontamente se cumplió una semana de viaje pero Vera sentía que estaba allí hacia meses. La nostalgia se había apoderado de ella y todo le recordaba a su pueblo, que ahora ya no era más suyo. Sentada en el mismo rincón de siempre, mirando la inmensidad, los recuerdos se iban apoderando de ella y ahora no quiere pensar. Prefiere imaginar. Imaginar que esta en un viaje para recorrer el mundo, los lugares mas hermosos, sentir nuevos olores, pero después regresar a su bella Trieste.
Una anciana pasa con un crucifijo en la mano y las imágenes otra vez vuelven. Quiere distraer la mente, tararea una canción pero ya no puede seguir reprimiendo los recuerdos, tienen que salir. Una lágrima recorre su mejilla mojando sus labios dejándole el sabor amargo de un triste episodio. Y ahí se ve caminando hacia el colegio el primer día de clases haciendo el mismo recorrido de siempre, hasta que oye esa voz que aun le retumba en los oídos.
- Tú aquí no eres bienvenida.
El eco de esa voz la horroriza le impide seguir pensando. Luego ve el esquivo de sus amigos que la corren del medio de la entrada de la escuela y le ruegan que nunca más les dirija la palabra.Prefiere pensar que es una pesadilla pero está allí, ella es la protagonista, ella es ahora una desconocida. Y se larga a correr. Corre hasta su casa, ese recorrido, el de siempre, que ahora ya no es el mismo. Todo le resultaba desconocido ¿Cómo puede ser que no reconozca la Piazza unita? Siente que le arrancaron las raíces de un tirón ya no es la misma de antes.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Proyecto: rumbo definido

La historia que voy a contar en mi proyecto ya está determinada y también tiene protagonista. Estas semanas que pasaron las dedique a darle un poco de forma a lo que prontamente se convertirá en un cuento.
Luego de precisar el tema central, que como había contado es el exilio, empecé a buscar una historia que me parezca interesante escribir. Y fue cuando recordé las anécdotas de mi abuela al tener que dejar Italia para hacer otra vida en estas tierras. Lo que mas recalcaba en sus relatos era la tristeza que sentía al tener que dar vuelta la pagina, el dolor de abandonar su pueblo y la incertidumbre que le generaba un lugar totalmente desconocido.
Primeramente había empezado a escribir sobre su viaje, pero me sentía obligada a rendirle homenaje y esa no era mi intención, por eso preferí desligarme de la familiaridad y alejarme hasta encontrar alguna historia parecida pero que yo no sea parte de ella.
Y un libro fue mi solución. Me recomendaron uno acerca de testimonios de italianos judíos que escaparon de las leyes raciales, implementadas por Mussolini antes de la segunda guerra. Esto despertó mi interés y las ideas fueron apareciendo solas...
En fin, en estos dias subo la primera parte de mi cuento asi me dan su opinión.
saludos a todos!

miércoles, 14 de julio de 2010

Aguas desconocidas (notas sobre Harvey)

“Aguas desconocidas” es un libro de Miles Harvey en el que pretende demostrar el poder que tuvieron y que aun tienen los mapas. Lo que se intenta analizar es la introducción y su capítulo quinto “como hacer un mapa, como llevarse un mapa”.
Harvey, como apasionado de la cartografía, se basa en dos historias de personas que arriesgaron su vida para robar mapas. Ambas están presentes siempre que emprende un proyecto porque lo orientan “me ayudan a fijar el rumbo del viaje que me espera”.
El primer artículo es acerca de los hermanos Houtman, comerciantes holandeses que su único objetivo era ganar dinero, pero en el afán de conseguirlo cualquier empresa les era bienvenida y la emprendían con tal valentía que hoy son recordados como aventureros y viajeros del siglo XVI.
En la Europa del Renacimiento, donde el mundo era aun un misterio, quien tenia el control de los mapas era la potencia. Portugal era una de ellas ya que habían logrado llegar a las Indias por vía marítima, lo cual significaba poseer especias, perlas, seda, es decir poder económico.
Los holandeses se destacaban por la excelencia en las construcciones navales pero lo que les faltaba eran las rutas marítimas que los podían llevar a las Indias. Tenían la mejor representación del mundo con Mercator, cartógrafo de origen holandés que aun hoy es recordado por sus aportes sobre el tema, pero carecían de aquello que los podía convertir en potencia, ese objeto deseado que se lo puede comparar con lo que representa el petróleo en el mundo de hoy: las cartas de navegación, un tesoro escondido en medio de Lisboa al que pocos tenían acceso.
Entonces toman protagonismo los hermanos Houtman; son encargados para dirigirse a Portugal y apropiarse de las cartas. Gracias a ellos, que exploraron y navegaron por aguas desconocidas la Compañía Holandesa de las Indias Orientales (patrocinadoras del viaje a Portugal, germen del capitalismo moderno) consiguió las cartas y consecuentemente dominaron las rutas.
La segunda historia es acerca de un hombre que se dedicaba a robar mapas en las bibliotecas en la década del 90 pero del siglo XX.
Harvey sentía mucha atracción por este artículo porque le suscitaba muchas dudas “¿Qué tenían aquellos viejos y misteriosos mapas que a la gente le resultaba tan seductor?”. Comenzó a investigar el caso y resultó que este hombre llamado Bland ya había robado mapas en varias bibliotecas en Estados Unidos y Canadá. Con poco material para poder contestar sus interrogantes la reconstrucción del caso fue mucho más lenta y difícil.
Primero saco sus propias conjeturas: este hombre lo podía hacer para coleccionarlos. No seria la primera persona que roba para completar los estantes de sus bibliotecas. Pero lo que mas le fascinaba era la posibilidad de que lo haga por dinero.
El caso de Bland, este sujeto de vida mediocre que tenia la característica de cambiar de vida, aspecto físico de un momento para el otro, se le presentó a Harvey como una aventura. Según el hace tiempo estaba buscando resolver un enigma y lentamente fue adentrándose en aguas desconocidas.
El capitulo 5 relaciona el tiempo que lleva hacer un mapa, no solo la elaboración sino la investigación geográfica y el tiempo que se tarda en apropiarse de estos.
“un mapa no es un documento autosuficiente, sino una recopilación de lo que otros han visto o descubierto” afirma Harvey citando a Denis Wood. Por lo tanto requiere que otros hayan estado allí; pero no de la manera que señala Geertz ya que no es el cartógrafo quien debe recorrer el mundo en busca de información sino con las que brinden los viajeros y aventureros es suficiente.
La confección de mapas no es una tarea fácil. Demanda conocimientos de ciencia como los que puede aportar la astronomía, y de arte ya que debe llegar a la esencia de lo que esta representando.
Harvey va mas allá y afirma que los mapas son alquimia porque hacen visible lo invisible. A través de ellos “el mundo entero puede ver al mundo entero en su conjunto”.
Sin embargo apropiarse de estos no requiere tiempo, es solo cuestión de segundos y de habilidad mental para poder hacerlo.
Lo difícil es la entrada y la salida ya que supone atravesar una frontera. Estas no son simples delimitaciones físicas que dividen el adentro del afuera o un país del otro. Sino que son metáforas psicológicas y atravesarlas supone transgredir los mandamientos morales.
Tal vez para estos hombres cruzar fronteras supone plantearse un desafío que les genera sensación de poder, como Bland que al entrar en la biblioteca se convirtió en Perry adquiriendo una nueva identidad. Tal vez lo hagan para encontrar su verdadera personalidad.

jueves, 8 de julio de 2010

Notas de mi proyecto narrativo

En esta semana que pasó estuve indagando un poco acerca del tema central de mi proyecto que, como habíamos hablado en clase,muy probablemente sea el destierro.
“Googleando” me encontré con algunos artículos muy buenos, que seguramente me sirvan para ir dándole forma al escrito. También encontré diferentes definiciones (como éxodo, exilio, expatriación y refugio) que muchas veces son usados como sinónimos pero que sin embargo tienen algunas diferencias y para tener claro de que se esta hablando busqué los significados:
Exilio: es el estado de encontrarse lejos del lugar natural (ya sea ciudad o nación y puede definirse como la expatriación voluntaria o forzada, de un individuo. También se habla de un exilio interior respecto a personas que se ven obligadas a reasentarse dentro del propio país de residencia.
Expatriado: es una persona que reside en forma temporal o permanente en un país y cultura distinta de donde se educó, creció o posee residencia legal.
Éxodo: Emigración de un pueblo o de una muchedumbre de personas.
Destierro: Pena que consiste en expulsar a alguien de un lugar o de un territorio determinado, para que temporal o perpetuamente resida fuera de él.
Refugiado: Persona que, a consecuencia de guerras, revoluciones o persecuciones políticas, se ve obligada a buscar refugio fuera de su país.
Por otra parte en un artículo de página 12 rescate esta frase:
“El desterrado encuentra en la huida su última opción y emprende un viaje sin destino; su sola certeza es la incertidumbre, su única seguridad es la de estar vivo, aunque a veces dice que esa situación es equivalente a estar muerto en vida”.
Resume en pocas palabras los sentimientos de desarraigo, incertidumbre, nostalgia, desesperación, que siente el desterrado y que seguramente son los que van a experimentar mí personaje a lo largo de la historia (ambos todavía indefinidos).
Por último dejo la metáfora de Jano dios de las puertas, los comienzos y los finales en la mitología romana, que ilustra la situación en la que se encuentra el exiliado:
"Jano, representado con dos rostros opuestos que miran en dos direcciones simultáneamente: uno vuelto hacia el pasado, expresa la ruptura, la pérdida, la separación, la nostalgia, el duelo y un cierto grado de fragmentación de su experiencia. Esto puede ser vivido como su muerte social rubricada por la imposibilidad del regreso. El otro rostro mirando el futuro, confronta al sujeto con un medio desconocido, extraño a sus prácticas sociales e impenetrable a su lenguaje, lleno de peligros reales e imaginarios, pero que también constituye un espacio de potencial satisfacción".