lunes, 6 de septiembre de 2010

Carta argumentativa

Señor Mariano Pérez Salvi:

Me dirijo a usted con todo mi respeto, mi nombre es Daniela Rodríguez, vivo en Quilmes, provincia de Buenos Aires, estudio en la escuela número 4 del mismo barrio y estoy en 5º año del secundario. Tal vez nunca llegue a sus manos esta carta y yo gaste mi tiempo escribiéndola, pero me surge la necesidad de hacerlo luego de haber visto su programa de televisión el lunes por la noche.
Indignación es la palabra que describe mis sentimientos en este momento. Sí, quien debe estar indignada soy yo, y no usted como afirmo estarlo luego de ver “a esos chicos tomando el colegio con total impunidad sin que nadie pudiera hacer nada”. Me pregunto qué es lo que usted desea que les hagan ¿querrá que los repriman? ¿O querrá que los lleven presos?
Como alumna de un colegio del Estado me siento en la obligación de tomar posición y dirigirme a usted primero porque limitó todo su monólogo a hablar de lo mal que está que los chicos pierdan días de clases, de lo nefasto que es tomar las escuelas y peor aún, se tomó el atrevimiento de afirmar que esto es una campaña en contra de Macri. Y segundo porque en ningún momento hizo mención de la situación edilicia precaria e insuficiente que tienen los colegios, no solo de capital sino de provincia (soy testigo de ello) y estoy segura que en el resto del país. Entonces dígame si el nombre de su programa “la hora de la verdad” no es una verdadera infamia.
Por otro lado, uno de los argumentos utilizados para desacreditar la protesta es que cuando usted iba al colegio tampoco había calefacción en las aulas entonces “no entiende de que se quejan”. Le quiero decir dos cosas con respecto a esto: hace 40 años atrás en casi ningún colegio había estufas. Y a la escuela privada a la que usted iba y de la que hace tanta mención, seguramente las ventanas estaban bien cerradas y el frío no se filtraba por ningún lado.
Además con goteras en los techos, con frecuentes cortes de luz, con bancos rotos, con frío en invierno, con ausencia de material didáctico, aunque no lo crea le juro que así, es imposible estudiar.
No pretendo que esta carta sea leída al aire ni mucho menos, se que eso es absurdo. Simplemente quiero invitarlo que como periodista cumpla con su rol de decir la verdad y no tergiversar la realidad, porque la educación está pasando por un mal momento y no todos los estudiantes somos unos “pendejos maleducados sin límites” sino que algunos tenemos conciencia de lo que está sucediendo y decidimos formar parte de las decisiones que se toman en la sociedad. Si usted mirará con los mismos ojos que veo yo, estoy segura que se retractaría de lo que dijo.
Mi única arma es la palabra y la uso a favor de la sociedad. Espero que usted también haga lo mismo.
Muchas gracias por su tiempo.
Daniela Rodríguez

1 comentario:

  1. Paula,

    Interesante escribir sobre esto justo en el marco de la toma de la facultad.

    Saludos!

    Emilia

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