lunes, 11 de octubre de 2010

Sobre la toma.

Hace seis semanas que comenzó la toma en la facultad de sociales y por ende los reclamos estudiantiles se hicieron oír ante todos. La historia ya la conocemos: desde hace más de diez años prometieron construir un edificio en Constitución que reúna las cinco carreras de sociales que están esparcidas en tres sedes que dejan mucho que desear, por tanto su estructura edilicia es paupérrima.

A principios de septiembre se cayó un vidrio en Marcelo T y produjo que se decida tomar la facultad. "¿Tanto por un vidrio?". Su caída fue la gota que rebalsó el vaso, la negativa a seguir estudiando en condiciones precarias, salir a buscar respuestas a quienes deberían solucionar esto; entonces la culpa no es del vidrio.

En la finalidad de la toma estábamos todos de acuerdo, sin embargo las diferencias surgieron por el modo mediante el cual se llevó a cabo. Más allá que esto se decida en las asambleas (es decir de manera democrática) algunos estudiantes (y agrupaciones) estaban en contra de las medidas que allí se tomaban. "De esta forma se vacía de contenido la facultad". Esto no es así ya que por medio de las clases públicas se pudo socializar el reclamo cursando en las calles o pasillos de la facultad. "Así no se puede estudiar!". Es verdad, el ruido de la calle genera distracción e imposibilita que la cursada se pueda realizar en su totalidad, pero las condiciones de las aulas de la facultad no son muy dignas que digamos.

Con el correr de los días empezaron a diamular rumores sobre la posibilidad de perder el cuatrimestre, ya que algunos profesores rechazaban el modo de reclamo. Por lo tanto empezó a tomar peso la idea que la toma estaba agotada y que se tendría que normalizar la situación, esto implicaba dar marcha atrás, hacer de cuenta que allí no había pasado nada. En contraposición estaban aquellos que la defendían, y fueron los que fomentaron la idea que la única lucha que se pierde es la que se abandona.

Mas allá de las agrupaciones, los estudiantes, del debate toma si/toma no, esto se minimiza cuando la cuestión que está en juego es la defensa de la educación pública. Aquí es donde nos volvemos a unir todos lo que sabemos que esta es la única forma de garantizar el futuro. Es un arma muy poderosa que predomina en los discursos de los candidatos, pero son solo promesas, saben que si las cumplen estarían jugando con fuego porque “un pueblo educado es un pueblo libre” y agrego un pueblo libre sabe elegir.
Por lo tanto esto debería ser un motivo de lucha para la sociedad y no solamente para la facultad de sociales, porque la educación es un derecho, al fin y al cabo es lo único que le queda a uno en esta vida.

2 comentarios:

  1. Hola a todos!
    acá está mi texto sobre la toma. Acepto todo tipo de críticas, siempre son bienvenidas.
    saludos, hasta el martes.

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  2. Hola Paula!

    Cómo estás? Me parece que en algunas zonas el texto estaría necesitando más profundización, más detalle. Por momentos te quedás en la superficie, sin problematizar demasiado y a la vez te apoyás fundamentalmente en el relato. Lo argumentativo no aparece demasiado trabajado, sólo toma más fuerza hacia los dos últimos párrafos.

    Por otra parte, estas oraciones me parecen poco claras, no me queda clara la idea: "En la finalidad de la toma estábamos todos de acuerdo, sin embargo las diferencias surgieron por el modo mediante el cual se llevó a cabo. Más allá que esto se decida en las asambleas (es decir de manera democrática) algunos estudiantes (y agrupaciones) estaban en contra de las medidas que allí se tomaban."

    Saludos, hasta el martes!

    Emilia

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