lunes, 29 de noviembre de 2010

La clave del éxito


La enseñanza universal, obligatoria, gratuita y laica arriba a nuestro país de la mano del padre del aula: Domingo Faustino Sarmiento.en aquel momento, había que combatir a los bárbaros, a los futuros Facundos que se reproducían por todo el territorio y estaban poblando el país, atrasando el progreso de la Nación. Para ello el objetivo era igualar a los educandos, formarlos bajo las mismas ideas, enseñarles a todos lo mismo para que no haya más vagos. Así nació la educación en Argentina: ¡Gloria y loor para Sarmiento el inmortal!

La historia sigue y nosotros la conocemos bien: conquista del desierto, el granero del mundo, revoluciones, golpes militares: el folklore nacional ¡cómo no lo vamos a conocer si esto nos lo enseñaron en la escuela!

Pero, ¿qué es lo que nos transmiten durante la etapa escolar?

Hago un recorrido mental por los años de la primaria, pero parece que la memoria me falla. Entonces, decido recurrir a algunas fotos que me den alguna pista, indicio, para que haga click mi cabeza y me broten los recuerdos. Tampoco; sin embargo encuentro, una singularidad entre mis compañeros y yo: la foto es de uno de los actos de fin de año y lo recurrente, es la excentricidad de los disfraces que llevamos puestos. Brillosos y seguramente muy costosos (tanto en dinero como en trabajo), parece que estamos todos cortados por la misma tijera. Claro, allá, por la década del 90, mientras algunos se dan el lujo de viajar por el mundo, despilfarrando un lujo de lo más vulgar, otros se quedan sin trabajo, a la deriva, esperando una ayuda del cielo que nunca va a llegar.

Años más tarde, al explotar la burbuja neoliberal, todos caemos en la realidad. Nuevos actores sociales aparecen para poblar las calles de Argentina: los piqueteros y el flagelo de los cartoneros, nuevamente brota la muchedumbre. Las escuelas empiezan a vaciarse y las esquinas se llenan de niños trabajando, que deben estar estudiando.

La incertidumbre golpea la puerta de las casas de muchos argentinos y todos se preguntan qué va a pasar. TODOS se lo preguntan; desde las clases altas, pasando por las pisoteadas clases medias que le tocaron sus ahorros y están más desesperados que nunca. Los pobres y los que cayeron en la indigencia, no tienen ni siquiera el tiempo para formularse esta pregunta.

¿Qué será de los chicos de mi edad que crecieron en la calle, aturdidos por la situación del país? ¿Son ellos los que roban, matan, se drogan y escuchan cumbia como nos muestra la televisión todos los días?

Mientras tanto, la escuela funciona como organismo de contención, para todos los que todavía seguimos por el “buen camino”. Al menos las escuelas católicas (como la mía) actúan de esta forma, te contienen tanto pero tanto que te aíslan un poco del mundo. Es en estos momentos, más que nunca, donde hay que creer en Dios y rezar por todos los pobres, desnutridos, desocupados; sólo rezar.

De hecho, la finalidad de las clases, sobre todo las de catequesis, es enseñarnos cuales son las vías del sendero correcto para no caer en las trampas del demonio, que siempre, el muy maldito, está esperándonos con las puertas abiertas del infierno, para alejarnos del camino de la bondad. Entonces, ¿Qué es lo correcto? Para todos los que hacen las cosas bien, estudian y no caen en el pecado, los espera un futuro grandioso. Para los que las hacen mal, no les queda otra opción que una vida equivocada, con hijos no deseados, a la deriva y esas cosas que le pasan a la gente que no es como nosotros.

¿Cómo evitamos que los corderitos no se conviertan en lobos? Para eso, qué mejor que una buena instrucción sobre educación sexual y qué mejor ejemplo que LA Iglesia para hablarnos de ello. Cuando la sociedad está en crisis y las calles son un hervidero, lo importante es hacerle frente a las debilidades que trae aparejadas la vida en la ciudad y el contacto con otras personas diferentes a uno. Sobre todo si son muy distintas. Por lo tanto, lo primero que hay que combatir es la ignorancia y el exceso de libertad. ¿De qué manera? Educando a los jóvenes.

“El libertinaje que se ha apoderado de este mundo, a causado y causa el mayor números de victimas entre la juventud.

Es muy común oír decir a los jóvenes que ya mantienen relaciones sexuales regularmente, pero se cuidan... y cuando dicen se cuidan, significa que utilizan anticonceptivos. La píldora, es uno de los muchos anticonceptivos inventados por los científicos, para impedir la ovulación de la mujer, y por lo tanto la concepción de un hijo. […]

Lo mejor, es que las parejas de novios, se abstengan, mientras no puedan asumir las responsabilidades de traer consigo el matrimonio”

Claramente la pobreza es un flagelo. Pero no el único, hay otros peores como la homosexualidad. Este tipo de gente piensa que lo que hacen está bien, pero no entienden la verdadera razón del amor. Ellos no se encuentran en condiciones de sentir amor por el otro, pues tienen el alma enferma y para eso hay un único remedio: nuevamente, la buena educación, esa que no siempre enseñan en las casas.

“Hombres que viven con hombres, mujeres que conviven con mujeres como si estuvieran casadas entre ellas.. Se las considera personas abiertas.. Un estilo de vida.. Cuando en realidad son personas enfermas que equivocan sus vidas […] para la Iglesia, el acto sexual entre dos personas del mismo sexo nunca es válido y nunca estará bien, bajo ninguna circunstancia. Son actos que contrarían a la naturaleza, y que, aunque sean muchos los que actúan así, no da lugar a aprobar sus conductas, al contrario, debería ser corregido.

Si alguna vez, alguien de tu mismo sexo te propone una relación íntima, con firmeza, valentía y madurez, sin perder la serenidad, decí que no. Esto es lo que espera Dios de vos”

Entonces, ¿estamos en condiciones de afirmar que la campaña contra la ignorancia, iniciada el siglo anterior, ha tenido éxito? Los grandes abogados y médicos recibieron en su infancia una excelente educación. Son los que construyen día a día La Nación junto a los arquitectos, ingenieros y en menor medida los maestros.

Seguramente, quienes no fueron a la escuela, son los trapitos, cuidacoches, los que piden limosna; generalmente este tipo de gente escucha cumbia y se visten con ropa deportiva. No se los puede combatir, pero siempre es bueno saber quienes son, identificarlos en la calle, para evitar malos tragos en nuestro andar por la ciudad.

Me surgen algunas preguntas, ¿Tan importante es recibir una “buena educación”? ¿O lo que necesitamos es una buena clase sobre tolerancia y respeto?

Tal vez, si nos formaran como seres libre-pensantes, en lugar de encasillarnos y establecernos parámetros de actitudes buenas y malas, nos estarían dando la herramienta principal para construir un futuro en el que participemos todos.

¿Será esta la fórmula eficaz? ¿Cuál es la clave del éxito?

sábado, 27 de noviembre de 2010

La clave del éxito (ensayo 3º versión)

La enseñanza universal, obligatoria, gratuita y laica arribo a nuestro país de la mano del padre del aula: Domingo Faustino Sarmiento. Había que combatir a los bárbaros, a los futuros Facundos que se reproducían por todo el territorio y estaban poblando el país, atrasando el progreso de la Nación. Para ello el objetivo era igualar a los educandos, formarlos bajo las mismas ideas, enseñarles a todos lo mismo para que no haya más vagos. Así nació la educación en Argentina: ¡Gloria y loor para Sarmiento el inmortal!

La historia sigue y nosotros la conocemos bien: conquista del desierto, el granero del mundo, revoluciones, golpes militares: el folklore nacional ¡cómo no lo vamos a conocer si esto nos lo enseñaron en la escuela!

Pero, ¿qué es lo que nos transmitieron durante la etapa escolar?

Hago un recorrido mental por la primaria y uno de los recuerdos que insisten en mi cabeza es el de los actos de fin de año. Eran excéntricos, desde la escenografía hasta los disfraces que llevábamos, parecía que todos estábamos cortados por la misma tijera. Allá, por la década del 90, mientras algunos viajaban por el mundo regido bajo las reglas del mercado, vistiendo las mejores ropas y despilfarrando un lujo de lo más vulgar, otros se quedaban sin trabajo, a la deriva, esperando una ayuda del cielo que nunca iba a llegar.

Cuando la burbuja neoliberal explotó, todos caímos en la realidad. Nuevos actores sociales aparecieron para poblar las calles de Argentina: los piqueteros y el flagelo de los cartoneros, nuevamente había brotado la muchedumbre. Las escuelas empezaron a vaciarse y las esquinas se llenaron de niños trabajando, que deberían estar estudiando.

La adolescencia la pase rodeada de incertidumbre en el país, en mi casa, en la escuela. Me pregunto qué habrá sido de la vida de los chicos que tienen mi edad y no tuvieron las mismas oportunidades que yo. ¿Estarían drogándose, robando, perdidos en la vida, como mostraba la televisión?

Mientras tanto la escuela servía como órgano de contención para los que todavía seguíamos por el “buen camino”. Las clases tenían como finalidad que no nos desviemos del sendero correcto; entonces debían enseñarnos lo que significaba eso: para los que hacían las cosas bien, los esperaría un futuro grandioso. Para los que las hacían mal, no les quedaría otra opción que la calle, drogas, hijos no deseados y esas cosas que le pasaban al resto de la gente que no era como nosotros.

Entonces, qué mejor que una buena instrucción sobre educación sexual a estos mocosos impertinentes. Y qué mejor ejemplo que LA Iglesia para hablarnos de ello. Así es que esta institución esgrimió sus mejores argumentos, los plasmó en un papel y luego ofreció una buena clase que puso nostalgiosa a más de un catequista que recordó viejas épocas. Por empezar, había que combatir a los homosexuales antes que al hambre, pues estos eran el verdadero flagelo del país.

“Hombres que viven con hombres, mujeres que conviven con mujeres como si estuvieran casadas entre ellas.. Se las considera personas abiertas.. Un estilo de vida.. Cuando en realidad son personas enfermas que equivocan sus vidas […] para la Iglesia, el acto sexual entre dos personas del mismo sexo nunca es válido y nunca estará bien, bajo ninguna circunstancia. Son actos que contrarían a la naturaleza, y que, aunque sean muchos los que actúan así, no da lugar a aprobar sus conductas, al contrario, debería ser corregido.

Si alguna vez, alguien de tu mismo sexo te propone una relación íntima, con firmeza, valentía y madurez, sin perder la serenidad, decí que no. Esto es lo que espera Dios de vos”

Otro gran problema que trajo aparejado consigo la pobreza, fue la cantidad de chicos que nacieron por familia y que al multiplicarse cada vez más, significaba un problema enorme para la demografía del territorio. Además por su condición de pobres, no los esperaría un futuro digno. Por ello los educadores, ingeniaron una excelente metodología de persuasión a los jóvenes que estaban a tiempo de salvarse, muy utilizada a principios de siglo y que tuvo éxito en el mundo entero; sobre todo en continentes poblados de ignorantes como África y América Latina.

“El libertinaje que se ha apoderado de este mundo, a causado y causa el mayor números de victimas entre la juventud.

Es muy común oír decir a los jóvenes que ya mantienen relaciones sexuales regularmente, pero se cuidan... y cuando dicen se cuidan, significa que utilizan anticonceptivos. La píldora, es uno de los muchos anticonceptivos inventados por los científicos, para impedir la ovulación de la mujer, y por lo tanto la concepción de un hijo. […]

Lo mejor, es que las parejas de novios, se abstengan, mientras no puedan asumir las responsabilidades de traer consigo el matrimonio”

Entonces, ¿estamos en condiciones de afirmar que la campaña contra la ignorancia, iniciada el siglo anterior, ha tenido éxito? Los grandes abogados y médicos recibieron en su infancia una excelente educación. Son los que construyeron día a día La Nación, junto a los ingenieros, arquitectos y en menor medida los docentes.

Seguramente los chicos que no fueron a la escuela están a la deriva, drogándose, o incursionando en la delincuencia. Los podemos ver constantemente en la televisión, son los culpables del atraso. En estos tiempos es necesaria una figura tan valiente como la de nuestro prócer, Julio Argentino Roca para que podamos progresar.

¿Tan importante es recibir una “buena educación”? ¿O lo que necesitamos es una buena clase sobre tolerancia y respeto?

Si nos formaran como seres libre-pensantes, en lugar de encasillarnos y establecernos parámetros de actitudes buenas y malas, nos estarían dando la herramienta principal para construir un futuro en el que participemos todos.

¿Será esta la fórmula eficaz? ¿Cuál es la clave del éxito?

martes, 23 de noviembre de 2010

Los dueños del fuego: primera versión

Con el nacimiento de la teoría funcionalista, a principios del siglo pasado, se introduce un nuevo método a la antropología: la observación participante. Ahora para hablar del otro, el científico debe establecer contacto directo con los nativos, pero debe estar regido por la objetividad del entrevistador. De esta forma se busca aniquilar el etnocentrismo que rige en los clásicos, ya que esta nueva teoría niega la existencia de culturas superiores e inferiores y plantea que éstas son diversas entre si, esto es llamado relativismo cultural.

El cuento “los dueños del fuego” responde claramente a este supuesto ya que Marcelino es el diferente, el otro, el lejano, el indio toba, al cual la Doctora Dusselorff interpela bajo una estricta objetividad que cualquier acotación intransigente (ante los ojos de la audiencia) provoca malestar general. Más aún cuando éste comete el error de creerse argentino: después de esta confesión ¿se lo puede considerar un nosotros?

La autora, Sylvia Iparraguirre, establece una fuerte crítica a estos modus operandi de los antropólogos, que utilizan humanos como objetos para obtener logros científicos. En el título se cifra su opinión que con el correr del cuento se va descifrando hasta que en el final hace su descargo “La clase no había sido satisfactoria. Consideraban, académicamente, la posibilidad de conseguir otro informante. Tal vez un mataco con mayor disposición. La buena disposición es fundamental para los fines científicos”

La historia argentina desde sus inicios tiene conflicto con los pueblos originarios que resistieron (o trataron de hacerlo) la transculturación. En la literatura, Sarmiento dejó registro de ello con “Facundo, o civilización y barbarie”, donde ve en el gaucho, la figura del atraso de la sociedad y para obtener el tan deseado progreso hay que eliminarlo.

En Latinoamérica muchos escritores han retomado la figura de Calibán, personaje de “La Tempestad” de Shakespeare, quien representa el estado natural, es el bárbaro que resiste a ser esclavizado por Próspero, el protagonista, quien lo despoja de su tierra y lo somete a la servidumbre. Rubén Darío en “el triunfo de Calibán” ve en esta figura la amenaza del triunfo del materialismo yankee sobre la espiritualidad: “No, no puedo, no quiero estar de parte de esos búfalos de dientes de plata. Son enemigos míos, son los aborrecedores de la sangre latina, son los bárbaros”

Sin embargo autores como el cubano Fernández Retamar y el argentino Aníbal Ponce ponen foco en la relación colonizador-colonizado, haciendo una lectura claramente anticolonialista. Estos puntos de vista tienen una perspectiva marxista, ya que Próspero es el amo, el dominante, que somete a Calibán y Ariel a servir a sus intereses.

Este personaje es símbolo de la resistencia de los aborígenes, que son considerados bárbaros ante los ojos del imperialista y sin mas fundamento que ese lo extermina o lo somete a su voluntad. Hace 500 años pretendieron eliminarlos de las tierras latinoamericanas, pero solo lograron hacerlo físicamente, porque el fuego que ellos encendieron no lo pudieron apagar.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Ensayo II

La enseñanza universal, obligatoria, gratuita y laica arribo a nuestro país de la mano del padre del aula: Domingo Faustino Sarmiento. Había que combatir a los bárbaros, a los futuros Facundos que se reproducían por todo el territorio y estaban poblando el país, atrasando el progreso de la Nación. Para ello el objetivo era igualar a los educandos, formarlos bajo las mismas ideas, enseñarles a todos lo mismo para que no haya más vagos. Así nació la educación en Argentina: ¡Gloria y loor para Sarmiento el inmortal!

La historia sigue y nosotros la conocemos bien: conquista del desierto, el granero del mundo, revoluciones, golpes militares: el folklore nacional ¡cómo no lo vamos a conocer si esto nos lo enseñaron en la escuela!

Hace algunas generaciones que desde los 3 años los chicos se pasan más horas en el colegio que en sus hogares entonces, ¿Cómo no van a estar determinados por lo que la escuela les inculca? ¿y que les transmiten? ¿Los forma como seres alienados o como seres libre-pensantes?

Aquí entra en juego el tema de la libertad de elección. Ésta no viene implícita en los genes sino que responde a la cultura de la que formamos parte. De modo que la educación tiene un papel central; nada de lo que nos enseñan es casual, sino que esta íntegramente diseñado para preparar el escenario del futuro. Los estudiantes son el futuro.

¿Y cómo pretenden que sea el porvenir? No hay que olvidarse que tanto la enseñanza básica como la adolescencia (etapa clave donde se delinean los aspectos de la personalidad) son productos del sistema capitalista. No es menor el detalle, si se tiene en cuenta que su finalidad es normalizar y ordenar el comportamiento de los discípulos de las señoritas maestras.

Una frase habla por sí sola: “enseñar exige respeto a la autonomía del ser del educando” [1] tal vez todos los maestros adscriban a estas palabras, pero los hechos no siempre muestran que esto sucede.

El debate hoy esta puesto en la educación sexual como forma de transmitir los lineamientos básicos sobre una sexualidad responsable. La comunicación con el alumno, es decir un intercambio de sentimientos, opiniones, palabras, es la forma ideal de enseñar éstos temas. Sin embargo ofrecer información unidireccional, y que la lea quien tenga ganas de enterarse de que se trata esto del “sexo” no ayuda en nada. Y peor aún, si quien intercede es la Iglesia ¿Qué tienen para decirnos sobre sexualidad y religión? Lo mismo que hace algunas décadas atrás:

“Hombres que viven con hombres, mujeres que conviven con mujeres como si estuvieran casadas entre ellas.. Se las considera personas abiertas.. Un estilo de vida.. Cuando en realidad son personas enfermas que equivocan sus vidas […] para la Iglesia, el acto sexual entre dos personas del mismo sexo nunca es válido y nunca estará bien, bajo ninguna circunstancia. Son actos que contrarían a la naturaleza, y que, aunque sean muchos los que actúan así, no da lugar a aprobar sus conductas, al contrario, debería ser corregido.

Si alguna vez, alguien de tu mismo sexo te propone una relación íntima, con firmeza, valentía y madurez, sin perder la serenidad, decí que no. Esto es lo que espera Dios de vos”

En el siglo XXI siguen esperando que actuemos de la misma forma que lo hubiesen hecho nuestros bisabuelos, imponiendo una forma de pensar. ¿Y la libertad de elegir una forma de vivir y de relacionarse con el resto? A esto, ellos lo llaman libertinaje:

“El libertinaje que se ha apoderado de este mundo, a causado y causa el mayor números de victimas entre la juventud.

Es muy común oír decir a los jóvenes que ya mantienen relaciones sexuales regularmente, pero se cuidan... y cuando dicen se cuidan, significa que utilizan anticonceptivos. La píldora, es uno de los muchos anticonceptivos inventados por los científicos, para impedir la ovulación de la mujer, y por lo tanto la concepción de un hijo. […]

Lo mejor, es que las parejas de novios, se abstengan, mientras no puedan asumir las responsabilidades de traer consigo el matrimonio”



[1] Paulo Freire

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Proceso de escritura del ensayo

El tema de mi ensayo venía molestándome hace algún tiempo. Por supuesto que en ese momento no se me ocurrió escribir ningún ensayo o crítica, pero sí fui desarrollando algunos pensamientos de manera que al escribirlo las ideas fluyeran más rápido.

Como comenté en clase, todo surge cuando releí un cuadernillo sobre educación sexual que me dieron para mi confirmación (en 7º año) cuyos argumentos y explicaciones eran dignos del medioevo. Obviamente no me sorprende lo que piensa la Iglesia sobre –por ejemplo- la homosexualidad o lo que ellos llaman promiscuidad, pero si me indigna que esas ideas se hayan transmitido a chicos de 12 años en plena etapa de aprendizaje y crecimiento y menos en el Siglo XXI.

La pregunta que me surge es qué es lo que pasa si esa persona crece con esos preconceptos y los adhiere a su forma de pensar. Al menos yo y algunos de mis compañeros tuvimos la oportunidad de seguir estudiando, o desarrollar un pensamiento más crítico de lo que alguna vez nos enseñaron. Entonces entra en juego el hecho de la libertad de elección y las determinaciones que la rodean. Cuántas veces pensaremos que estamos eligiendo autónomamente y en realidad fue el single de la publicidad el que logro convencernos que x producto es la mejor opción.

En este caso sería un ejemplo banalizado. Pero cuando se trata de tomar postura frente a algún tema y lo que sabemos sobre eso es lo que nos enseñaron en la escuela y encima son blasfemias, allí hay un problema.

Bueno, mi idea es tratar ese tema e ir “mechando” citas a lo largo del texto para reforzar lo que estoy queriendo decir. Mi próximo paso es la reescritura del ensayo, con el objetivo de encontrarle un tono más adecuado.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Ensayo, primera versión.

La libertad de elegir una forma de vivir, de relacionarse con el resto, de pensar autónomamente, no viene implícita en los genes sino que responde al entorno, a la cultura de la que formamos parte.

Desde chicos vamos formando concepciones del mundo que con el correr del tiempo van evolucionando, cambiando, no siempre son las mismas. A determinadas edades –generalmente en la adolescencia- es donde empieza a desarrollarse la personalidad y comienza la búsqueda de respuestas concretas a lo que anteriormente era natural, “porque si”.

Y en esa búsqueda, la educación juega un papel primordial. Hace algunas generaciones que desde los 3 años, los chicos se pasan más horas adentro del colegio que en sus casas. ¿Cómo no vamos a estar determinados por lo que la escuela nos inculca? ¿Y qué es lo que nos transmite? ¿Nos forma como seres libre-pensantes o como seres alienados?

Educación y adolescencia, dos conceptos básicos de la modernidad. Ambos surgieron con el triunfo del sistema capitalista, por lo tanto es innegable que su finalidad está destinada a extender a toda la sociedad las valoraciones de este sistema. La institucionalización de la educación responde a este propósito: “normalizar y ordenar” el comportamiento de los futuros ciudadanos.

Y si hablamos de instituciones, la Iglesia Católica también cuenta con el dominio de miles de centros educativos en el mundo con el objetivo de infundir los “valores cristianos”. Históricamente hubo una lucha por la apropiación del campo de la educación (en términos de Bourdie) entre la Iglesia y los laicos en occidente. Estas luchas, aunque parezcan solamente de poder, repercuten en los niveles inferiores, pues quien domine el campo educacional va a moldear el futuro de los educandos y por ende de la sociedad.

Volviendo al tema de la libertad, uno de los grandes debates en estos últimos años es sobre la educación sexual como “conjunto de aprendizajes que permiten el buen desarrollo de las capacidades sexuales, su coordinación con las demás facultades y la consecución de una buena interrelación con las otras personas que resulten estimulantes por su condición sexuada y sexual, consiguiendo altos niveles de espontaneidad y comunicación, y también de respeto y estima” (según Frederic Boix) Entonces cuando el objetivo que se persigue no va en esta dirección ¿se están restringiendo las libertades individuales?

Por empezar, sea quien aborde este tema es sabido que su finalidad es transmitir los lineamientos básicos para una sexualidad responsable, de modo que al tener la información pertinente esa persona pueda desarrollarse autónomamente conforme a sus necesidades. Sin embargo el problema no reside en la intención sino en el contenido que se está enseñando de manera que el fin –una vez más- no justifica los medios.

Sería poco serio mostrar los argumentos utilizados sobre este tema hace algunas cuantas décadas atrás, pero si me intranquiliza que esas ideas se hayan perpetuado hasta hace pocos años, siendo contenidos que desinforman y fomentan la ignorancia.

Voy a transcribir algunas líneas de un cuadernillo sobre sexualidad que se daba a alumnos de 7º grado de un colegio católico en el año 2003 (siglo XXI):

“El libertinaje que se ha apoderado de este mundo, a causado y causa el mayor números de victimas entre la juventud.

Es muy común oír decir a los jóvenes que ya mantienen relaciones sexuales regularmente, pero se cuidan... y cuando dicen se cuidan, significa que utilizan anticonceptivos. La píldora, es uno de los muchos anticonceptivos inventados por los científicos, para impedir la ovulación de la mujer, y por lo tanto la concepción de un hijo. […]

Lo mejor, es que las parejas de novios, se abstengan, mientras no puedan asumir las responsabilidades de traer consigo el matrimonio”

Y sigue…

“Hombres que viven con hombres, mujeres que conviven con mujeres como si estuvieran casadas entre ellas.. Se las considera personas abiertas.. Un estilo de vida.. Cuando en realidad son personas enfermas que equivocan sus vidas […] para la Iglesia, el acto sexual entre dos personas del mismo sexo nunca es válido y nunca estará bien, bajo ninguna circunstancia. Son actos que contrarían a la naturaleza, y que, aunque sean muchos los que actúan así, no da lugar a aprobar sus conductas, al contrario, debería ser corregido.

Si alguna vez, alguien de tu mismo sexo te propone una relación íntima, con firmeza, valentía y madurez, sin perder la serenidad, decí que no. Ésto es lo que espera Dios de vos”

Es sabido qué es lo que opina la Iglesia Católica sobre este tipo de temas. Sin embargo el contexto en el que se transmiten estas ideas es lo más impactante.

Decir que el libertinaje se ha apoderado de la sociedad, transgrede el simple hecho de repudiar el uso de “la píldora” para desdeñar el uso de la autonomía de las personas.

Por suerte estamos aprendiendo a interpretar que nos quieren decir cuando nos hablan de desvíos, naturaleza y libertinaje. No es un acto menor, si pensamos que hace pocos meses se aprobó la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo y en 2006 salio la ley sobre educación sexual obligatoria en las escuelas de todo el país. Aun esperamos ansiosos la aplicación en todo el territorio nacional, pero no podemos decir que esto no es un gran avance.

Por suerte nada es inamovible e irrefutable. Sigo pensando que la elección de una forma de vida y de pensamiento está asociada al contexto personal de cada uno, pero si los moldes que moldean nuestras elecciones nos formaran como seres libres- pensantes, todos alcanzaríamos la tan deseada libertad.