miércoles, 14 de julio de 2010

Aguas desconocidas (notas sobre Harvey)

“Aguas desconocidas” es un libro de Miles Harvey en el que pretende demostrar el poder que tuvieron y que aun tienen los mapas. Lo que se intenta analizar es la introducción y su capítulo quinto “como hacer un mapa, como llevarse un mapa”.
Harvey, como apasionado de la cartografía, se basa en dos historias de personas que arriesgaron su vida para robar mapas. Ambas están presentes siempre que emprende un proyecto porque lo orientan “me ayudan a fijar el rumbo del viaje que me espera”.
El primer artículo es acerca de los hermanos Houtman, comerciantes holandeses que su único objetivo era ganar dinero, pero en el afán de conseguirlo cualquier empresa les era bienvenida y la emprendían con tal valentía que hoy son recordados como aventureros y viajeros del siglo XVI.
En la Europa del Renacimiento, donde el mundo era aun un misterio, quien tenia el control de los mapas era la potencia. Portugal era una de ellas ya que habían logrado llegar a las Indias por vía marítima, lo cual significaba poseer especias, perlas, seda, es decir poder económico.
Los holandeses se destacaban por la excelencia en las construcciones navales pero lo que les faltaba eran las rutas marítimas que los podían llevar a las Indias. Tenían la mejor representación del mundo con Mercator, cartógrafo de origen holandés que aun hoy es recordado por sus aportes sobre el tema, pero carecían de aquello que los podía convertir en potencia, ese objeto deseado que se lo puede comparar con lo que representa el petróleo en el mundo de hoy: las cartas de navegación, un tesoro escondido en medio de Lisboa al que pocos tenían acceso.
Entonces toman protagonismo los hermanos Houtman; son encargados para dirigirse a Portugal y apropiarse de las cartas. Gracias a ellos, que exploraron y navegaron por aguas desconocidas la Compañía Holandesa de las Indias Orientales (patrocinadoras del viaje a Portugal, germen del capitalismo moderno) consiguió las cartas y consecuentemente dominaron las rutas.
La segunda historia es acerca de un hombre que se dedicaba a robar mapas en las bibliotecas en la década del 90 pero del siglo XX.
Harvey sentía mucha atracción por este artículo porque le suscitaba muchas dudas “¿Qué tenían aquellos viejos y misteriosos mapas que a la gente le resultaba tan seductor?”. Comenzó a investigar el caso y resultó que este hombre llamado Bland ya había robado mapas en varias bibliotecas en Estados Unidos y Canadá. Con poco material para poder contestar sus interrogantes la reconstrucción del caso fue mucho más lenta y difícil.
Primero saco sus propias conjeturas: este hombre lo podía hacer para coleccionarlos. No seria la primera persona que roba para completar los estantes de sus bibliotecas. Pero lo que mas le fascinaba era la posibilidad de que lo haga por dinero.
El caso de Bland, este sujeto de vida mediocre que tenia la característica de cambiar de vida, aspecto físico de un momento para el otro, se le presentó a Harvey como una aventura. Según el hace tiempo estaba buscando resolver un enigma y lentamente fue adentrándose en aguas desconocidas.
El capitulo 5 relaciona el tiempo que lleva hacer un mapa, no solo la elaboración sino la investigación geográfica y el tiempo que se tarda en apropiarse de estos.
“un mapa no es un documento autosuficiente, sino una recopilación de lo que otros han visto o descubierto” afirma Harvey citando a Denis Wood. Por lo tanto requiere que otros hayan estado allí; pero no de la manera que señala Geertz ya que no es el cartógrafo quien debe recorrer el mundo en busca de información sino con las que brinden los viajeros y aventureros es suficiente.
La confección de mapas no es una tarea fácil. Demanda conocimientos de ciencia como los que puede aportar la astronomía, y de arte ya que debe llegar a la esencia de lo que esta representando.
Harvey va mas allá y afirma que los mapas son alquimia porque hacen visible lo invisible. A través de ellos “el mundo entero puede ver al mundo entero en su conjunto”.
Sin embargo apropiarse de estos no requiere tiempo, es solo cuestión de segundos y de habilidad mental para poder hacerlo.
Lo difícil es la entrada y la salida ya que supone atravesar una frontera. Estas no son simples delimitaciones físicas que dividen el adentro del afuera o un país del otro. Sino que son metáforas psicológicas y atravesarlas supone transgredir los mandamientos morales.
Tal vez para estos hombres cruzar fronteras supone plantearse un desafío que les genera sensación de poder, como Bland que al entrar en la biblioteca se convirtió en Perry adquiriendo una nueva identidad. Tal vez lo hagan para encontrar su verdadera personalidad.

2 comentarios:

  1. hola, paula
    fijate el comienzo, creo que para un lector que no leyó todavía el texto de Harvey es muy difícil seguir tus notas;
    investigaste sobre el autor?
    saludo

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  2. Hola Claudia!
    perdón por la tardanza..
    Busque sobre Harvey en internet y prácticamente no encontre nada y lo poco que hay está en ingles.
    lo estube releyendo y es muy cierto lo que decis, voy a tratar de "darle otra vuelta".
    saludos!

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