lunes, 10 de mayo de 2010

Identidad oculta

Texto con inclusión (segunda version)

¿Dónde se guarda el rencor que deja una herida? Se preguntó Mariano después de enterarse de la verdad.
Mariano era un exitoso abogado de 34 años, casado con Lorena, una hermosa mujer que también era abogada. En una familia de clase media, la vida de este hombre debería producir orgullo. Pero desde que tiene uso de la razón, siempre fue desplazado en su hogar. Su familia siempre se ocupo de que tenga todos los juguetes y la mejor ropa, pero de nada servía si no le brindaban el cariño que un niño necesita. –sos un desagradecido- era la frase típica de su padre cuando decía algo contrariándolo.
Cuando tenía 18 años comenzó su carrera en la facultad de Derecho, obligado por su padre; allí conoció a Lorena. Ella participaba en el centro de estudiantes, y no le costo mucho convencerlo para que militen juntos. Lorena logró mostrarle un mundo nuevo a Mariano y este pudo entender que las villas no eran sinónimo de violencia (como le habían enseñado en la casa) si te acercabas a ofrecer una mano. Había mucho amor entre ellos dos, Mariano siempre decía que gracias a ella pudo dar los primeros pasos como ser humano. Al recibirse se casaron y dedicaron sus vidas a ofrecer ayuda al prójimo.
El 2002 fue un año movilizado. Lorena había perdido un embarazo y estaba muy shockeada por este suceso. Una noche se despierta desconsolada producto de un sueño que la desveló durante el resto de la noche. En él aparecía su marido de bebe en abrazos de una mujer de pelo oscuro y ojos color miel, muy parecida a él que lo estaba amamantando, y esa mujer no era su suegra. -Por favor amor hacelo por mí -dijo ella- si algún día vamos a tener hijos quiero que sepan sobre su verdadera identidad. Lorena le propuso a su marido asistir a Abuelas de plaza de mayo y hacerse un estudio de ADN. Mariano siempre tuvo esa duda, pero la posibilidad de saber la verdad le generaba mucho miedo. Pero ella, como siempre, logró convencerlo.
Con mucha valentía asistió y se realizó el examen. Fueron las dos semanas más eternas de su vida, no podía dormir y una sensación rara le carcomía la cabeza.
Llegó el día. Junto con su mujer, escucharon el resultado: Mariano era hijo de desaparecidos, había nacido en un centro clandestino en La Plata hacía 34 años. Esta noticia le causo un gran vacío. Sus padres ahora eran sus apropiadores y Mariano en realidad era Camilo.

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