martes, 26 de octubre de 2010

Sobre "colección de arena"

El ensayo “colección de arena” de Calvino comienza con el asombro que le genera una persona que se dedica a coleccionar arena de diversas partes del mundo. Siendo la menos llamativa entre las otras colecciones de cosas raras, ésta era la mas misteriosa “la que parecía tener más que decir”.

Sin embargo el autor no centra su ensayo en el aspecto material (la colección en sí) y lo va llevando a una reflexión más espiritual, filosófica, “la necesidad de transformar el fluir de la propia existencia en una serie de objetos salvados de la dispersión o en una serie de líneas escritas, cristalizadas fuera del continuo fluir de los pensamientos”

¿Qué significado tiene para nosotros registrar los momentos del pasado? Como aquella mujer que rotulaba los momentos de su vida y los archivaba en carpetas de cartón. “estas colecciones se convierten así en mi vida ilustrada”, afirmó esta mujer. ¿Será una forma de perpetuar los recuerdos en el tiempo, o será simplemente una obsesión por la colección? “los propios días, minuto por minuto, pensamiento por pensamiento, reducidos a colección: la vida triturada en un polvillo de crepúsculos: una vez más, la arena.”

El autor no plantea una problemática concreta, sino que va llevando al lector a descifrar cuales son las motivaciones de querer registrar hechos de nuestra vida, que con el correr del tiempo se van transformando en pasado. En este ensayo Calvino es un yo que podría ser también yo, ya que la respuesta a los enigmas de la vida que el plantea no dependen del punto de vista del autor, sino de cada uno de nosotros.

sábado, 23 de octubre de 2010

Ensayo de Adorno y Horkheimer

En un párrafo con menos de treinta líneas, Adorno y Horkheimer hacen una crítica sumamente acertada sobre las consecuencias que traen aparejadas los medios de comunicación al influir sobre la sociedad.

Según los autores la modernidad redujo lo colectivo a un individualismo extremo, donde los hombres pasan a ser seres alienados: “los trabajadores se hallan aislados dentro de lo colectivo”.

Los ejemplos mediante los cuales se ilustra el texto son tan atinados que pueden reflejar la sociedad de hoy. Inmediatamente pienso en la computadora e Internet como medios para “acortar distancias físicas”. Entonces si un amigo se va a vivir a Europa la amistad se traslada al plano virtual y ya no hay de que preocuparse, podemos seguir tomando mates juntos, la camarita y el micrófono van a ser nuestros mejores aliados para seguir manteniendo el “contacto”. Esto es un ejemplo contemporáneo de lo que Adorno y Horkheimer llamaron aislamiento.

Éstos pensadores críticos representantes de la escuela de Frankfurt, de tendencia marxista, utilizan un modo narrativo académico, en donde la fuerza que sostiene al ensayo se encuentra en los ejemplos que enfatizan la problemática planteada que se encuentra citada al final del texto cuando afirman que “la comunicación procede a igualar a los hombres aislándolos”.

sábado, 16 de octubre de 2010

Benjamin y el arte de narrar

Lo sorprendente del texto de Benjamin es que a pesar de haber sido escrito hace más de 70 años, sus ideas se amoldan perfectamente a la sociedad de hoy. ¿Un visionario o el mundo no ha sufrido modificaciones en este último siglo?

Para poder responderme voy a tratar de hacer un repaso por su ensayo: el autor plantea que el exceso de información a través de los medios de comunicación limita el desarrollo de la narración, pues el merito de ésta consiste en dar lugar a la libre interpretación.

Lo importante para la noticia es no perder tiempo y si se tiene la primicia mejor aún. Por lo tanto si el hecho es dudoso, los periodistas se encargan de explicarlo de manera que llame más la atención del destinatario. Quien se toma el tiempo de indagar, pierde. La desinformación y la tergiversación no vinieron añadidas al boom de Internet y los medios modernos, sino que es un problema de antaño.

Cualquier texto que pueda perpetuarse en el tiempo guarda en su interior el arte de narrar, por lo tanto carece de explicaciones y conclusiones absurdas que agotan el tema que se está abordando. Este ensayo “almacena la fuerza reunida en su interior y puede volver a desplegarla después de largo tiempo”. Entonces ni Benjamin es un visionario, ni el mundo es inamovible pues como las semillas que estuvieron cerradas en las cámaras de las pirámides, este texto sigue conservando su fuerza germinadora hasta el día de hoy.

Experimentando con el ensayo

Lo primero que se me viene a la cabeza cuando hablamos de ensayo es la idea de “prueba y error”. Intentar una y mil veces hasta lograr lo que se está buscando.

Al menos hasta que leí algunas definiciones formales sobre este género pensaba que se trataba de eso. “el ensayo es una composición expositiva, preferentemente en prosa, que suele proporcionar información, interpretación o explicación acerca de un asunto tópico. Presupone una formulación provisional, ni definitiva ni verificada, de las opiniones que enuncia”.

Me resulta interesante la idea de “formulación provisional”, porque que no detenta explicar ninguna verdad universal, como sucede con los artículos de divulgación científica, sino que tiene como objetivo enunciar la verdad del autor, es decir se centra en su subjetivismo. Por lo tanto el ensayo va a girar en torno de la mirada de quien escribe y no tanto del tema en cuestión.

Lo característico de este género es la libertad que tiene el autor para elegir el tema. Tal es así que Montaigne, ha escrito desde “filosofar es prepararse para morir” hasta “de la costumbre de vestirse”; queda en evidencia que aquí lo importante es persuadir al lector a través de una mirada que escape de los lugares comunes, para posarse donde nunca se ha hecho.

Entonces mi idea sobre ensayo no estaba tan desacertada. Al fin y al cabo en este momento me encuentro probando, experimentando para poder lograr un auténtico ensayo.

lunes, 11 de octubre de 2010

Sobre la toma.

Hace seis semanas que comenzó la toma en la facultad de sociales y por ende los reclamos estudiantiles se hicieron oír ante todos. La historia ya la conocemos: desde hace más de diez años prometieron construir un edificio en Constitución que reúna las cinco carreras de sociales que están esparcidas en tres sedes que dejan mucho que desear, por tanto su estructura edilicia es paupérrima.

A principios de septiembre se cayó un vidrio en Marcelo T y produjo que se decida tomar la facultad. "¿Tanto por un vidrio?". Su caída fue la gota que rebalsó el vaso, la negativa a seguir estudiando en condiciones precarias, salir a buscar respuestas a quienes deberían solucionar esto; entonces la culpa no es del vidrio.

En la finalidad de la toma estábamos todos de acuerdo, sin embargo las diferencias surgieron por el modo mediante el cual se llevó a cabo. Más allá que esto se decida en las asambleas (es decir de manera democrática) algunos estudiantes (y agrupaciones) estaban en contra de las medidas que allí se tomaban. "De esta forma se vacía de contenido la facultad". Esto no es así ya que por medio de las clases públicas se pudo socializar el reclamo cursando en las calles o pasillos de la facultad. "Así no se puede estudiar!". Es verdad, el ruido de la calle genera distracción e imposibilita que la cursada se pueda realizar en su totalidad, pero las condiciones de las aulas de la facultad no son muy dignas que digamos.

Con el correr de los días empezaron a diamular rumores sobre la posibilidad de perder el cuatrimestre, ya que algunos profesores rechazaban el modo de reclamo. Por lo tanto empezó a tomar peso la idea que la toma estaba agotada y que se tendría que normalizar la situación, esto implicaba dar marcha atrás, hacer de cuenta que allí no había pasado nada. En contraposición estaban aquellos que la defendían, y fueron los que fomentaron la idea que la única lucha que se pierde es la que se abandona.

Mas allá de las agrupaciones, los estudiantes, del debate toma si/toma no, esto se minimiza cuando la cuestión que está en juego es la defensa de la educación pública. Aquí es donde nos volvemos a unir todos lo que sabemos que esta es la única forma de garantizar el futuro. Es un arma muy poderosa que predomina en los discursos de los candidatos, pero son solo promesas, saben que si las cumplen estarían jugando con fuego porque “un pueblo educado es un pueblo libre” y agrego un pueblo libre sabe elegir.
Por lo tanto esto debería ser un motivo de lucha para la sociedad y no solamente para la facultad de sociales, porque la educación es un derecho, al fin y al cabo es lo único que le queda a uno en esta vida.